¿Qué es lo que has venido a hacer aquí?

¿Qué es lo que has venido a hacer aquí?
He venido
a besar tus labios con mis ojos,
a dejar en tu cuerpo mis caricias,
a rezar a un dios estupendo y lleno de vida,
a respirar el aliento mismo de la creación,
pero sobre todo,
por siempre y para siempre,
a amarte, hermano mío,
amarte y no dejarte de amar,
nunca más dejarte de amar.
(Francisco J. Francisco Carrera, "Luna de Agosto")

sábado, 17 de noviembre de 2012

ESPERANDO LA METAMORFOSIS


Esta es la última entrada.  La última, al menos, por un tiempo.  Es necesario.  Es lo que sé que tengo que hacer.  Empezar ya la metamorfosis de forma pasivamente activa.  Voy cerrando algunas puertas para abrir de par en par mi corazón.  Intuyo que pasarán unos cuantos meses, pero quién puede predecir la magia.
También me desconecto un poco de Facebook.  Seguiré estando por allí, pero es hora de un facebook interior.
Nacemos de nuevo ahora, como siempre lo hemos hecho, pero ahora un poco más a lo bestia si cabe.
Y por eso me voy metiendo en el capullo.  Para así, desde esa sombra, ver un nuevo sol.
Os quiero, chic@s, gracias por estar ahí.
Besos enormes.
Y un poema de hasta luego o hasta siempre o hasta nunca.

METAMORFOSIS
Por Francisco José Francisco Carrera

El cuerpo
se cerró
para ser
al fin
una flor.

GASSHO / NAMASTE





sábado, 10 de noviembre de 2012

SOBRE LA EVALUACIÓN (I)


Todos los cursos intento experimentar cosas nuevas con las asignaturas que imparto.  Últimamente lo que más me interesa cambiar es la Evaluación, acaso por eso este año he decidido hace algo que llevaba barruntando varios meses.  Cada vez soy más de la opinión de que la Evaluación más justa ha de ser hecha a partes iguales por el alumno y el profesor, así que dividir la nota final en un 50-50, la mitad puesta por el docente y la otra mitad por el discente sería un gran avance.  Acaso todavía no me atrevo a eso, puede que el año que viene, quién sabe (para empezar, tendría que seguir dando clase), pero este curso he decidido que un 25 % de la nota de mis asignaturas en la uni la van a poner los alumnos y la voy a respetar aunque no esté de acuerdo. 

Para empezar, tengo que dejar claro que me fío de todos y cada uno de mis alumnos, siempre lo he hecho.  En 15 años de docencia creo que no me he encontrando con más de dos o tres alumnos de los que consideraríamos como jetas (y si lo fueron, algún motivo tendrían, así que acaso soy yo el que tendría que haber visto por qué era así e intentar solucionarlo).  Por tanto, cómo no voy a respetar la autoevaluación de unas personas intelectualmente capaces y sobre todo humanamente morales y profundamente éticas.

Esto es un inicio hacia otro lugar, entendedme, CONSIDERO QUE EL SISTEMA DE EVALUACIÓN ACTUAL ESTÁ OBSOLETO, las notas FOMENTAN LA COMPETITIVIDAD así que a ver luego cómo transmitimos COOPERACIÓN, AMOR, IGUALDAD DE BASE.

Las notas definen, fijan, cristalizan de una manera brutal las imágenes que tenemos de nosotros mismos.  PERO NO DEBEMOS OLVIDAR QUE UN ALUMNO NO ES LA NOTA QUE OBTIENE, pero tendemos a darle tanta importancia a esas estupideces que es muy difícil no identificarnos con ellas.  Pasa lo mismo con el trabajo, o la nacionalidad, o el género…  Que si soy abogado, español y además (muy) hombre, menuda broma, oye.  Eres un ser humano, simple y llanamente eso, y eso te iguala maravillosamente a todos los demás y eres un ser vivo, lo que te une a los animales, a las plantas, a las rocas, AL MISMO PLANETA.
  
Coño, despierta y mira, despierta y mira más allá de tu peludo ombligo (el mío, al menos, es peludo, vosotros poned el adjetivo que os venga en gana) y la luz de alrededor te va a dejar enamorado de la vida como te ocurría cuando eras niño o niña.

Y bueno, si habéis llegado hasta aquí, me gustaría saber vuestra opinión sobre cómo evaluar, el qué, lo que queráis. Ya sabéis, en el blog, en mi e-mail,  por facebook o tomando un café (vale, sí, pago yo, al menos el primero, que así tendremos que tomarnos otro juntos), ME INTERESAN MUCHÍSMO VUESTRAS OPINIONES!!!!!!

UN BESAZO ENORMES PARA TOD@S!!!!!!!!!

domingo, 4 de noviembre de 2012

CARICIA DE SILENCIO


La Luna de Agosto permanecerá silenciosa este Domingo 4 de noviembre, en breve volverá a iluminarse con palabras y poemas.
Besos enormes para tod@s y gracias, como siempre, por estar ahí.

“La sabiduría se alcanza con mucha lentitud.  Esto se debe a que el conocimiento intelectual, fácilmente adquirido, debe convertirse en conocimiento “emocional” o subconsciente.  Una vez transformado, la huella es permanente.  La práctica conductista es el catalizador necesario  para esta reacción.  Sin acción, el concepto se marchita y desvanece.  El conocimiento teórico sin aplicación práctica no es suficiente”.
(BRIAN WEISS)

Se piensa en vuestra cultura que la mente debe guiar y el corazón obedecer, pues es sospechoso de irracionalidad.  Me gustaría dar la vuelta a este error y devolveros vuestro corazón, la alegría de vuestra alma, vuestra espontaneidad y vuestro amor a la vida.  El mundo no tiene que ser racional.  Tiene sólo que ser experimentado.
(EMMANUEL – PAT RODEGAST)

domingo, 28 de octubre de 2012

LÁGRIMAS, NADA MÁS QUE LÁGRIMAS


He llorado mucho.  En mi vida he llorado mogollón.  He llorado por heridas en las piernas, en los brazos, algunas en el corazón.  He llorado de mala hostia, de pura y oscura frustración.  He llorado también de alegría, de amor, de felicidad, de placer.  He llorado tanto.  Tanto…

Y aquí estamos, ante la llegada de ese pulso que ha de venir de Sirio y a su vez de Alción, ese pulso de luz que reconectará el mismo sol con nuestro centro energético, que hará que las alas nos crezcan por momentos.

Estoy llorando.  Escribo y estoy llorando.  Porque me siento en ti y te siento en mí, herman@ mí@.

Y me doy cuenta de que tus lágrimas y las mías son las mismas, siempre lo han sido.  Cierro los ojos y siento cómo palpita tiernamente tu frente, cómo levemente rozas tus piernas con esas manos florecidas que tan bellamente portas.  Te miro, amig@ mí@, y me doy cuenta de que te amo tanto porque este momento, este aquí, ahora, es tan luminoso que apenas puedo entender qué he hecho para merecer tal regalo, conocerte, conocerme, vivir este segundo, respirar el frescor de la creación.

Somos reyes antiguos que han venido a las ciudades de piedra de los hombres a recordar su divina niñez en las estrellas, aquel sabor a pica-pica, el primer estornudo que lo seguía, el tacto de la hierba, el olor de la nieve…   Y tú y yo nos miramos y miramos el mundo que nos mira, y todos nos reconocemos, y recordamos y activamos nuestro ADN dormido y ya está, así de fácil.  Dejamos las armas, los insultos, los odios, como si fueran simples juguetes enmohecidos por un tiempo ya soñado.  Y ahora todos caminamos de la mano y palpitamos, herman@s, con un MISMO CORAZÓN.

Gracias por dejar que mi aliento se entrelace con el milagro de tu vida, querdid@ mí@, gracias.  

sábado, 20 de octubre de 2012

SOBRE NACIONALISMOS, LA INDEPENDENCIA DE CATALUÑA Y OTROS CUESTIONES LIMINARES

Esta será desde hoy nuestra bandera...

Para mí estos temas no son ni espinosos, ni controvertidos, ni problemáticos, vaya esto por delante.  Si me apuras, te diría que para mí estos temas no son temas, son sólo variantes del único tema, el amor (y su manifestación dualista, el desamor).  Y como diría Brian Weiss, entre tantos otros, el amor es lo único que existe.

Pero vamos al material discursivo, a ver qué tal sale.  La verdad es que lo tengo claro, a ver si las palabras sirven como puente o como muro.

Yo nací en Valladolid, España, eso dice mi carné de identidad, pero desde niño supe que eso fue “accidental”, que podía haber nacido en Kuala Lumpur y que eso me iba a dar igual.  Yo no me he sentido especialmente español en mi vida, y puestos a rizar el rizo me he sentido más inglés en Oxford el tiempo que viví allí que español en Soria durante estos últimos 15 años.  No quiere decir que me moleste ser “español”, “vallisoletano”o, ya puestos, “calvo”.  Todo lo contrario, es una pasada (o dos).  Es así y me parece guay. 
Mi primera lengua materna me ha abierto las puertas de Borges, Garcilaso, de Cuenca, Rulfo y tantos otros.  Cómo para quejarme.  Así que divinamente, oye.  Ahora bien, ¿que esto me da algún sentido de identidad?  Pues mira, no, ni la más mínima.  Cuando hablo con mis amigos alemanes, me siento alemán, cuando estoy con gallegos, soy un gallego más y si estoy con mi perro Kibo, ladro feliz como si fuera yo mismo un bichón maltes.  Me gusta jugar a ser un camaleón que ya no recuerda su anterior forma (be water, my friend!).  Y cuando me quedo sólo (lo que es imposible, siempre estamos con nuestros otros yóes) juego a ser lo que me dé la real gana o me dejo llevar por nuestra verdadera esencia vacía de toda forma.  Mola mucho, la verdad.

Lo siento, no entiendo esto de las nacionalidades y en otras vidas creo que habré sido un soldado pésimo porque eso de “por la patria” me produce cierta risa... (como todos vosotros habré muerto en muchas guerras, yo recuerdo dos, una flecha normanda en la batalla de Hastings y una bayoneta atravesándome el pecho en la Guerra de Secesión Americana, como ya he dicho, el inglés lo recordé antes siquiera de aprenderlo). 

Uso los pocos idiomas que hablo para crear y compartir y no me identifico con ninguno…, el inglés es mi idioma más cerebral, y por ello me gusta escribir artículos y enseñar en él, también suelo pensar en él para estructurar mi vida; el español es mi lengua más poética, y casi toda mi poesía la he escrito en ese idioma; el francés regresa lentamente en según qué ocasiones y me saca de mi cuerpo para volverme a llevar a una tarde en la que desangré mi corazón de forma involuntaria en un parque de Tours un cálido agosto.  Lo poquito que sé de alemán e italiano a veces me juega extrañas pasadas en sueños, pero esa es una historia muy personal que no creo que le interese a nadie.

Y ahora mismo estamos con la cantinela esa de los nacionalismos catalanes o españoles, y parece que quieren polarizarnos hacia uno de los dos lados del espectro…, pero a mí, la verdad, me da lo mismo, los catalanes me caen de puta madre, y los de Cuenca o los de Madrid, y los andaluces, y los vascos, y los rusos, y los húngaros, y los fineses.  Me fascina el Oriente Medio tanto como me vuelven loco los Estados Unidos (¿mis favoritos?  Arizona, Texas y Oregón), la cercana Zaragoza como el Lejano Oriente tan místico y tan zen él, el África negra y la menos negra.  ¿Cómo no voy a querer a toda la gente de este maravilloso mundo si son mis herman@s aunque no los conozca?

Y así andamos, y a la pregunta ¿que qué me parecería la supuesta independencia de Cataluña?  Mi respuesta sería bien simple: nada.  La verdad, nada.  Seguimos siendo hermanos.  Coño, que somos seres humanos y lo de ser de un sitio u otro es una “paja mental” que se nos va imbricando desde pequeñitos para luego estar bien controlados por quienes ya sabéis pero habéis olvidado... ¿Os parezco un poco consparanóico?  Pues fale.  Y a lo que iba…, que no me parece ni bien ni mal.  No tengo opinión, ya está.  Lo que es, ES, lo que haya de ser, se manifestará a su debido tiempo (o no). 

Pero con todo…, sí que tengo opinión:

Mirad, ti@s, hemos venido aquí para querernos, para querernos de verdad y dejar de una vez de jodernos la vida los unos a los otros y los otros a los unos, y nosotros mismos a nosotros mismos, que somos expertos en eso también, y ser español o ser catalán es un juego, como ser del Madrid o del Barça, un simple juego en el patio del Colegio de la Vida.  Pero coño, cuando jugábamos de niños en el patio no nos abríamos la cabeza a pedradas (vale, había algunos niños mu brutos que sí, pero los menos) ni nos insultábamos como si nos diera verdadero asco el otro.

Y acabo con uno de mis poemas…, uno bastante viejo que escribí para un curso sobre “multiculturalidad y poesía” que impartí en un postgrado de Interculturalidad.  Creo que es claro y expone de forma diáfana mi opinión sobre las fronteras, las nacionalidades.  Si habéis llegado hasta aquí (qué lind@s que sois, querdi@s mí@s), lo mismo ya estáis un poco cansados, pero bueno si os animáis y os apetece leerlo pues un beso enorme porque sí, y si no os apetece, pues otro beso enorme porque también.

¿Queréis enarbolar conmigo una bandera blanca en el corazón?

Lind@s!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

CÓMO ENTIENDO LA MULTICULTURALIDAD
por Francisco José Francisco Carrera

                No creo que la India como India importe demasiado.  Lo que importa es el mundo.  Ya sea que vivamos en la China o en Japón, en Inglaterra, en la India o en América, todos  decimos: “Mi país importa muchísimo”, y nadie piensa en el mundo como una totalidad; los libros de historia están llenos con la constante repetición de las guerras.  Si pudiéramos empezar a comprendernos como seres humanos, tal vez dejaríamos de matarnos unos a otros y pondríamos fin a las guerras; pero en tanto seamos nacionalistas  y pensemos tan sólo en nuestro propio país, seguiremos creando un mundo terrible.  Si alguna vez vemos que ésta es nuestra Tierra donde todos podemos vivir felizmente y en paz, entonces juntos construiremos de nuevo; pero seguimos pensando en nosotros mismos como indios, alemanes o rusos, y consideramos a todos los demás como extranjeros, entonces no habrá paz y no podrá crearse ningún mundo nuevo.                                                                (Krishnamurti, El arte de vivir)

O cómo no la entiendo
porque lo que es
no puede nunca ser entendido
desde nuestra máscara
creada y fabricada
en un mundo ficticio
que acepta a priori
la marca de lo multicultural
como la verdadera identidad.

Lo que es, es,
así de simple,
el hombre es,
nada más;
y al aceptarse
como sujeto
en límites
versado,
no puede dejar de ver
las fronteras de sus semejantes.
Así, claro,
abundan los países, las religiones,
las culturas y los idiomas,
y esto, qué duda cabe,
nos hace ser diferentes.
Yo me comparo con lo de afuera,
soy más rico, y mucho más guapo,
ciertamente un niño pera,
mi país es más fuerte que el tuyo
y tus hermanos unos negros de mierda;
los alemanes gordos y rubios,
los ingleses pelín estúpidos,
los chinos bajitos y muchos,
los africanos llenos de granos,
los de Papúa  son cacatúas
y los españoles
(al menos en los mundiales)
nunca la meten
y además son muy pero que muy vagos.

“Yo es que creo que todos somos iguales”
es sentencia peligrosa
porque ya marcas tu límite
al decir “yo”
(difícil no hacerlo, lo sé)
pero sobre todo por “creer” algo que es.
No se puede “creer” lo que es,
yo no digo que creo que está lloviendo
cuando llueve,
si está lloviendo,
llueve.
Así, la única verdad
es que todos somos iguales
en nuestra diferencia;
huelga, pues, decirlo,
aunque el mundo
se nos ha ido de las manos
y ahora, hermanos míos,
todo es un revoltijo
de daño, odio y usura,
de miedo, sangre y violencia.
Aterrado y sin saber cual es el camino
no me atrevo a reconocer mi yo divino
(el no yo, barrer mi ego
con la dulzura de un ángel,
con la decisión de una pantera)
y alejarme de esta gran demencia,
lleno el corazón
y la boca de basura
me levanto y arremeto
contra todo lo que pillo.
Sólo existo si me delimito,
así que todo lo demás
me importa un pito;
si tengo dos casas
ya soy un poco más que tú,
si tengo dos amantes
soy mucho más importante,
al tener estas dos mentes
he de volverme loco
pero tú y todos los que son como tú
habrán de creer que soy el modelo a seguir.
Bailad conmigo esta danza de muerte,
danza oscura de locura,
invierno abismal en la primavera del hombre,
no dejes de danzar,
maldita sombra sin alma,
mueve tus miembros al son
del dolor de tus hermanos,
ríe cuando el fuego quema cabañas
en África,
celebra una nueva guerra civil
en Camboya,
alienta la injusticia social
en América del Sur,
bebe a su salud
y enciérrate en tu fortín
con las manos llenas de humo,
con el corazón anestesiado
al dolor humano.
Si hace falta,
arráncate los ojos
y ponte gafas de marca,
es lo que se lleva ahora,
gira la cabeza ante los llantos,
aléjate de la pobreza,
total,
si eres multicultural,
políglota y viajero,
un hombre de mundo,
ya ves tú,
habitante del primer mundo,
tan moderno y tan culto,
tú, sí, tú
que crees saber algo
y sólo sabes lo que crees,
no lo que es,
lo que está siendo:
cómo si no soportar
el dolor de otros seres
y no sentirnos desgarrados
al compartir la misma alma,
el mismo frágil corazón.

Hemos aprendido a olvidar
lo que de verdad somos,
un hermano nunca daña a su hermano,
el amor nos impide herir
y nunca nos hace crueles,
pero si olvidamos que la luz
que compartimos dentro
es la misma luz que dio la vida
en su primera forma,
las sombras nos devorarán
las entrañas
y el dolor que implica negarnos
a nosotros mismos
hará que el vacío se multiplique
por la barbarie.
Entonces, para encontrar alivio
sólo nos quedará embrutecernos,
entumecernos o iluminarnos
(“Out of the three
I keep on choosing misery”).
Y sólo quedará girar en la rueda
del ciego magisterio de la espada,
del fuego oscuro y de la nada.

Hoy, al levantarme,
tenía la boca llena de sangre,
las manos me olían a muerte,
y todo estaba en penumbra.
Yo no podía soportar ser yo,
al menos no pude soportarlo
hasta que me tomé el primer café,
después todo volvió a ser maravilloso,
mi coche, mi casa, mis hijos,
siempre me pregunto
cómo teniendo tantas cosas
y siendo tan feliz
me pueden venir ganas
de coger una escopeta
y liarme a tiros con el primero que pase,
romper las farolas,
machacar puertas y ventanas;
cuando me siento así
sólo puedo rezar y desear ser otro
y eso me pone más triste
y me da ganas de llorar.

Y cómo comparar lo incomparable,
la puesta de sol o el amanecer de la conciencia,
la risa del niño o el estertor del que muere.
La belleza no tiene contrario
y todo lo abarca,
el corazón no puede dejar de entender
una mirada o una caricia.
Cómo, pues, voy a utilizar una comparación,
cómo decir que tú eres mejor,
que yo soy más
o soy menos,
si simplemente y absolutamente soy,
y eso es lo que me hace estar en ti
cada segundo y en cada aliento,
me hace quererte con locura,
con cada poro, con cada sueño.
Y cómo pedirte algo,
amado mío,
como requerir de ti
sino lo que me quieras dar;
yo, ya lo sabes,
te ofrezco lo único
que es mi posesión,
estas manos,
estos besos,
estos ojos
y este simple corazón.

La luna, el sol y las estrellas
siempre han sido de los dos,
la hierba, el aire y la brisa,
esta divina respiración,
todo lo que de verdad importa,
siempre ha sido tuyo y mío
y de ninguno de los dos,
la risa, el cielo y su caricia,
lo único que de verdad importa,
el único y verdadero amor.

El saber que todos somos
el agua, la luz y el fuego
y que nuestro rostro
es tan sólo un pétalo más
de la flor que habla con su silencio
y nos dice que lo somos todo
cuando aprendemos a ser nada,

que todo lo tenemos
cuando aprendemos dar.



sábado, 13 de octubre de 2012

LO ÚNICO QUE IMPORTA

Así será la explosión de luz que nos ha de iluminar...

Para mis alumnos pasados, presentes y futuros,
 mis mejores maestros en el arte de olvidar 
para recordar qué es lo que importa de verdad 
y con los que aprendo a vivir de una manera distinta día a día…

A modo de “declaración de principios” para mi docencia y para mi vida…

(Si algo intento transmitir a mis alumnos y a mí mismo es “cierto grado de coherencia” dentro de un “sentido entrópico natural”.  Y, al menos desde que volví a la docencia presencial después de 2 años de parón, tengo claro cuál es la “filosofía” que subyace a mi metodología independientemente de la asignatura que imparta o el idioma en que lo haga.  Como lo que no tengo tan claro es que lo transmita adecuadamente, he querido redactar esta entrada en mi blog a modo de “introducción teórica” en la que basar toda mi “manifestación formal docente”.  Esto, lo digo a corazón abierto, es lo que me importa cuando enseño, cuando vivo…)


¿Qué es lo único que importa?  Sí, ya, tú también te lo has preguntado más de una vez, eres un tipo listo, una tía que sabe lo que quiere…, y sin embargo desde niñ@ te lo preguntas los domingos por la tarde cuando esa luz especial entra por la ventana e intuyes que esta vida es tan sólo una especie de ensoñación lenta y algo ruidosa, cuando tienes la corazonada que hay algo más…, pero el qué.

Y bueno, ya lo sabes, tú lo has vivido igual que yo, vamos al colegio, al instituto, a la universidad, buscamos un trabajo, acaso pedimos una hipoteca o un préstamo para un coche, y mientras no paramos de correr, ¿verdad?: hacemos cursos y cursos de formación que nos deforman, estudiamos idiomas (cientos, miles de ellos, y en el proceso olvidamos el que nos habla nuestro propio corazón), mejoramos sin pausa unas habilidades y otras como un pokemon triste y solitario que no cesa de luchar con los demás y contra sí mismo, y así, sin parar, estamos en constante movimiento hacia ningún sitio, hacia ningún sitio que importe.  Y parece que a pesar de todo no aprendemos una mierda.  Al menos no aprendemos lo que de verdad importa…, que hemos venido aquí para amar.

Yo esperaba encontrar en mis títulos universitarios y en mis idiomas la solución a la pregunta, pero lo único que conseguía era capa tras capa de conocimiento erudito, una gruesa base de maquillaje para el ego, nada más, y eso me apesadumbraba hasta que, como decía el divino Petrarca “a mitad del camino de la vida, en una selva oscura me encontraba porque mi ruta había extraviado”.  Y allí, en el medio del desierto de mis lágrimas vino el rayo de luz que visitó al Buda, al Cristo, a ti…, y supe por qué seguía aprendiendo, supe que lo hacía por inercia y vanidad, nada más…  Y lloré y lloré sin decir nada, impotente, pero casi feliz por primera vez en décadas.  Entonces los título me miraban, maliciosos, cómo queriéndome decir, “anda que ibas tú listo si te creías que aquí estaba la Verdad”.

Decidí, pues, volver a la “fuente” y allí la pregunta surgió de nuevo… “¿Qué es lo único que importa?”

¿Y qué es eso?  Es obvio, lo sabes tan bien como yo y ya lo he dicho antes, amar, tan simple como eso…, lo que importa es quererte y querer a los demás, lo que importa es no joder a tu vecino, lo que importa es respetar el dolor ajeno sin alentarlo porque es cómodo mantenernos en la “parte de arriba” del teatro de la vida (el karma siempre vuelve, no lo olvides, así de maravilloso es, así de inevitable).  Si fuésemos tan “cuidadosos” con el mundo de los demás como con el nuestro…, ay, cuántas cosas cambiarían, ¿verdad?  Pero, on second thoughts, es que tampoco somos cuidadosos con nuestro mundo, lo llenamos de pensamientos terribles que nos dañan, lo ensuciamos por dentro y por fuera, no lo respetamos, y así estamos hechos un lío que ya no sabemos desenmarañar.  Y pasan las horas, los días, las semanas…, y los meses y también los años, y cuando el nudo es tan gordo que no sabemos cómo meterle mano, sólo nos queda ser conscientes de que, al fin y al cabo, no es más que un nudo “virtual”, que si soplamos con la brisa de nuestro corazón, todo se vuelve diáfano y no hay ni pasado ni dolor, no hay culpas, ni pecados, sólo queda el silencio de las tarde de otoño con ese brillo dorado que nos llena de calor aunque vaya haciendo frío…

Pero claro, en seguida se vuelve a liar todo un huevo (o dos) y volvemos a lo de siempre, que si lo mío es mío y que lo tuyo, pues eso, que no me importa que le vaya bien si no me saca de mi “zona de confort”.  Que revientan a bombas un país africano, pues mira, está mal, pero como no me lo hacen a mí, miro para otro lado y ya está.  Es fácil, ¿ves?, nos han enseñado a hacerlo desde pequeñitos y ya sale de manera natural.  Que la gente pasa hambre…, pues mira, mejor para ellos que así no engordan, pero claro yo tengo la despensa bien llena, y mis lorzas me amargan cantidad, es lo que tiene el cinismo, que se disfraza de elegancia y sofisticación a base de ironía. 

Y qué quieres que te diga, oye, es que hay días en que ya no sé si lloro por ti, por mí o por el mundo en general.

Pero es que hay tanta belleza alrededor, querid@s mí@s, sois tan precios@s, tan preciad@s y precis@s que es miraros y el corazón se me ilumina y se me pone saltarín.

Pero joder..., esto no acaba.

¿Dónde perdimos el norte, hermano mío?  ¿Querida hermana, me lo sabrías decir tú?  Yo es que esta mañana me he levantado sin hoja de ruta y ando como a la espera de tu llamada.  Sabes que no te olvido y sé que tú me recuerdas también. 

Y es que ya he comido tanta basura que se me sale por las orejas y el cerebro lo tengo emponzoñado de publicidad, conocimientos, títulos, ideas preconcebidas y juicios estúpidos…, y quiero, ahora que me acerco a los 40, volver a ser un niño de nuevo.
¿Sabes?  Eso me he propuesto desde hace algunas semanas.  Ser el niño que era.  El que amaba cada insecto en el patio.  El que comía tierra.  El que lloraba y reía con la misma claridad.  El que amaba hasta cuando creía odiar.  El que no entendía de trabajo o cuenta bancaria.  El que no quería nada para él si no era también para los demás.  Y estoy convencido, lo voy a lograr…, y nunca más olvidaré qué es lo que importa, lo único que importa.  Cada cambio de consciencia individual es un movimiento exponencial y a su vez facilita un número inmenso de nuevos cambios.  Pronto seremos tantos…, nos reconoceréis porque llevaremos el corazón en la solapa y una sonrisa de luz en la mirada.  Porque habremos recordado que somos vosotros y que vosotros sois nosotros.  Que todos somos uno y el mismo manifestados en formas distintas, nada más.

Y es que, querid@ mí@, déjame decirte que al ver tus ojos he recordado lo que de verdad importa y ahora sí veo una salida clara, una bella salida llena de luz…

Si quieres, herman@ mí@, nos damos la mano y vamos juntos hacia allí, que siempre intimida un poco dar ese paso, nos han hecho creernos cobardes, inútiles, egoístas, comodones y acomplejados, pero tú y yo sabemos que eso no es así…  Sabes lo que eres en verdad, sabes de dónde vienes y al reconocer tu origen ves asimismo la meta que no es ni ha sido nunca un final…

Qué quieres que te diga, cariño mío,
que me sangra el corazón gotas perfectas de amor,
que mis labios han descubierto que el idioma de los besos es universal,
que los abrazos curan,
que las sonrisas también,
que esta vida es un regalo
y a ella venimos a romper el colorido papel
para compartir con todos tan delicioso PASTEL!!!!!

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Gracias a todos por haberos encarnado aquí y ahora para que nos pudiésemos conocer!!!!!!!!!!!!!!

Ahora es el momento de aprender juntos, de recordar juntos, de, juntos, inaugurar un mundo mejor…

Es el momento.  Las alas de luz nacen en la oscuridad del corazón.  Mi corazón se ha hecho uno con la sombra y en la sombra ha recuperado su eterno resplandor...

viernes, 5 de octubre de 2012

RECORDANDO LA UNIDAD QUE SOMOS

...yo soy en ti como tú eres en mí...

Para todos vosotr@s que estáis ahí, creando este bella sinfonía de la vida junto a mí, para todos a los que conocí y se fueron de mi vida con una sonrisa en el corazón, para aquellos que siguen cerca con una bandera blanca en la mirada, y para aquellos que habré de conocer con la frescura del rocío a flor de alma…  Nunca hubo un antes, un ahora o un después, todo ocurre al mismo tiempo de forma eterna y efímera, todo es ya y todo ha sido nunca mientras jugamos al juego precioso del Amor.

Somos la Unidad. 
siempre lo hemos sido.
No lo dudes,
yo soy tú como tú eres yo. 
Sólo que lo olvidamos.  Lo olvidamos.  Siempre lo olvidamos. 
Pero no os creáis que esto es malo. 
Lo bueno de olvidar es que tenemos que ejercitarnos en el Amor,
en el verdadero Amor,
para volver a Recordar.
Cierra los ojos.
Respira.
Ahí está.
Ese es el punto que nos une.
Yo respiro y en cada respiración se me ilumina el corazón.
Y el corazón no olvida, nunca olvida.
“To learn by heart” dicen en ingles,
“apprendre par Coeur” en francés…,
esos dos idiomas tan queridos por mi encarnación
hoy calva y llena de sabor a cielo y estrellas. 
El corazón tiene la clave.
Siéntelo hoy como acaso nunca antes lo has hecho.
Activa el recuerda, vamos.
Es el momento.
Agradece a tu bello corazón todo lo que hace por ti.
Siente el color verde de tu chakra central,
siente cómo expande su energía renovadora a los chakras inferiores y superiores.
Agradece el estar aquí, palpitando con tu corazón.
Yo te agradezco que hayas parado el ritmo del mundo para estar conmigo.
Para leer estas palabras.
Yo te amo,
Herman@ mío,
no lo olvides nunca
te he amado desde el principio de los tiempos
sólo que me ha llevado casi 40 años recordarlo…
Y sí,
a veces te he odiado,
te envidiado (y no, no hay envida sana, toda envenena el corazón),
te he coaccionado,
te he humillado
Y me he humillado al humillarte…
Pero ya no puedo dejar de recordar
que somos uno,
que todo lo que hay es la Unidad,
y que te amo,
sobremanera,
de forma épica y colosal
de forma también dulce y secreta y casi silenciosa.
y pase lo que pase
ya no puedo volver para atrás,
estoy aquí contigo,
aunque tú no me conozcas,
y mi corazón palpita hoy con el tuyo
y te recuerda que hemos venido a esta tierra
para juntos volver a recordar…

Recordar que somos uno
y que en este baile de las formas
(precioso, preciso, tan preciado)
estamos todos aprendiendo
qué significar de verdad Amar.

sábado, 29 de septiembre de 2012

LED ZEPPELIN (I): O CÓMO LA ÉPICA SE HIZO CANCIÓN

Para mi cuñado Javi, ser maravilloso a quien le debo el descubrimiento de tantos y tantos grupos que han ido conformando la banda sonora de mi vida...

Led Zeppelin han sido muy importantes en mi vida, esenciales, diría yo.  Del mismo modo que los Génesis de Peter Gabriel, el Barroco inglés de Gibbons y Byrd, Queen, Héroes del Silencio, Opeth, Judas Priest, Iron Maiden o Cradle of Filth (entre otros muchos).  Pero los Zep son especiales.  Tan especiales que periódicamente me suelo pasar algunos días (a veces semanas) escuchando únicamente sus discos (sólo me ocurre esto con otro grupo, The Beatles).

Y así ha sido estos últimos días…, sobre todo centrándome en su período más tardío y más concretamente en sus temas “épicos”. 

De esos temas voy a hablar un poquillo.

Pero antes de entrar en materia, digamos que yo veo dos períodos claros en los Zep (lo mismo que en los Beatles), uno “minimalista” y otro “barroco”, el minimalista abarca los cuatro primeros álbumes (sí, esos que no tienen título, similitud, por cierto, con los cuatro primeros discos, deliciosos, increíbles, de Peter Gabriel en solitario) aunque ya en el cuarto aparece el primer tema épico “barroco” encarnado en esa maravilla de canción que es Stairway To Heaven.  Los siguientes trabajos, que ya llevarán título, presentan una necesidad profunda de experimentación y de transgresión de géneros y fronteras, se exploran sonidos, texturas, instrumentos, y, de forma natural, los temas se hacen más y más largos (también los discos, sirva como ejemplo ese pilar del Rock que es Physical Graffiti).

El quinto disco de estudio de los Zep es uno de mis favoritos, Houses of the Holy y ya suelta una “bestia parda” que os robará el corazón (y con razón), ese pedazo de Leviathan que lleva por título “No Quarter”.  Lenta y salvaje, precisa y preciosa, brutal y dulce, un canto vikingo (eso está claro en la letra) que es a su vez canto de sirena.  Entrad en él desnudos y dejaos llevar por la marea galáctica de una guitarra que fue anterior al universo, por una voz que romperá vuestras limitaciones para que por fin lleguéis a vuestro verdadero hogar.  Pasote de tema, oye.  (Pincha AQUÍ si quieres ir a you tube para disfrutarlo).

Su sexta obra es enorme…, enorme, enorme, enorme, pantagruélica, megalítica, dinosáurica, o más.  Es, hermanos y hermanas, Physical Graffiti.  Tenéis que escuchar este disco si no lo habéis hecho, es necesario, como también lo son A night at the Opera de los Queen, The Wall de Pink Floyd, Abbey Road de los Beatles y esa directo de los Muse que viene de otro mundo titulado HAARP (gracias, Miguel, por la referencia).
Aquí hay, al menos, tres temás épicos (“In the Light”, “In my Time of Dying” y el que comento), pero me quedaré con el más conocido…, Kashmir.  Ay, ay, ay…, Kashmir lo es todo y te va a dejar con un orgasmo constante y sonante pero todo el día así que antes de escucharlo métete un buen chute vitamínico, medita, da besos a tu chic@, frótate la espada con el quicio de la puerta, lo que sea, pero prepárate para el viaje más majestuoso de tu vida.  Y sí, es mi favorito entre favoritos, para qué nos vamos a engañar, este, Red Rain de Peter Gabriel y la famosa Medley que concluye el Abbey Road de los Beatles.  (Pincha AQUÍ si quieres ir a You Tube para disfrutarlo).

De su séptimo lp. me quedo, es obvio, con un aliento guerrero que es pura épica sin edulcorar, "Achilles Last Stand".  Chic@s, no tiene desperdicio, con ese inicio amenazador para estallar en seguida en un huracán que te va a zarandear con un bajo salvaje, una batería atronadora, una guitarra rasgando la realidad y la voz sin parangón de nuestro amado Robertito Planta.  A mí me vuelve loco, loquito de amor, ya veis, son 10 minutos y 22 segundos de puro placer divinal (o más).  (Pincha AQUÍ  si quieres ir a You Tube para disfrutarlo).

El octavo trabajo de los Zep y último de su discografía es tan especial para mí que me emociona enormemente hablar de él.  Y es tan especial porque no puedo dejar de asociarlo a uno de mis humanos favoritos, mi cuñado Javi....  Javi, querido mío, tú me lo dejaste, pero sobre todo es que fuiste tú el que me enseñó a apreciarlo y sólo por eso ya te mereces 1536 besos de pura bondad.  Y es que este disco parece lo que no es y es ciertamente lo que no parece.  ¿Acaso el menos heavy de todos?  Pues puede.  ¿Un disco sin una dirección determinada?  No lo sé.  Lo único que sé es que si bajas las persianas, te sientas bien cómodo, metes el disco en tu reproductor, lo subes a tope y te relajas, vas a recordar qué estás haciendo aquí y porqué mola tanto estar encarnado.  En espíritu, como seres multidimensionales que en verdad somos, escuchamos todas las músicas del universos (de los universos) a la vez, pero al concretarnos en la materia que, en nosotros, es carne (y huesos y sangre y músculos y todas esas otras cosas lindas) somos capaces de meternos de lleno en un solo tema, en una melodía, en una canción y ahí está uno de los milagros de esta experiencia corporal.  Y es tan grande, señor, tan grande este In Through the Out Door.  Qué tema elegir es un problema, acaso porque tengo un favorito tardío of all times en su balada “All of my Love”, pero acaso lo más cercano a la épica que aquí se encuentre sea “In the Evening”…, pero sólo a simple vista, en mi opinión el pedazo de tema mastodóntico es “Carouselambra” con sus más de 10 minutos de “fricada” sónica.  Os animo a escucharlo y hacer vuestra propia interpretación de esta pasada de canción.  Es que me he quedado sin aliento y ya ando aquí sin palabras, que me he prodigado hoy en demasía, ¿no os parece? (Pincha AQUÍ  si quieres ir a You Tube para disfrutarlo)

Y bueno, acabo con la promesa de que más adelante me ocuparé también de los cuatro primeros discos.  Espero que os resulte interesante este breve viaje al torbellino musical de los Zep. 

Os quiero un huevo, chic@s, ya lo sabéis!!!!!