¿Qué es lo que has venido a hacer aquí?

¿Qué es lo que has venido a hacer aquí?
He venido
a besar tus labios con mis ojos,
a dejar en tu cuerpo mis caricias,
a rezar a un dios estupendo y lleno de vida,
a respirar el aliento mismo de la creación,
pero sobre todo,
por siempre y para siempre,
a amarte, hermano mío,
amarte y no dejarte de amar,
nunca más dejarte de amar.
(Francisco J. Francisco Carrera, "Luna de Agosto")

sábado, 5 de mayo de 2012

SOBRE LOS CUENTOS DE HADAS (1)


En tu pelo, un cielo rojo
su libertad nos reclamaba
mientras tus labios silenciosos
creaban de la nada un fuego
que sobre el agua caminaba.
(F. J. F.)

Para Raquel,
princesa metamórfica en esta vida
y hechizera oscura en tantas otras...,
y para tod@s aquell@s que en forma de alumn@s
se convirtieron, poco a poco,
en mis mejores maestr@s.

Llevo ya unas cuantas clases con mis alumnos de Didáctica de la Lengua Oral y Escrita trabajando los Cuentos de Hadas.  Nos queda un mes de clase, así que todavía tenemos varias cosas que descubrir juntos.  Cómo mola, esto, oye.  Si algo he aprendido en todos mis años en el mundo de la enseñanza es que cada alumn@ es un estallido de luz y una manifestación absoluta de la energía sapiencial que todo lo incluye, si algo me han enseñado mis alumn@s es que la "belleza de aprender compartiendo y descubriendo a la vez la Realidad" es lo que hace que la división YO (Profesor) - VOSTR@S (Alumn@s) desaparezca por completo.  Pero dejo estas reflexiones más íntimas y más docentes para otro momento, es la hora de los cuentos...

Desde niño me han fascinado sobremanera los cuentos, los mitos, las leyendas.  Esos mundo tan aparentemente “cerrados”, tan “perfectos”, donde los buenos son buenos (y además guapos y limpios y ricos y de todo) y los malos pues como muy pero que muy malos (y feos y sucios y capullos y retorcidos).

¿No me darías un besito tú, 
niña guapa?
Y lo más gracioso es que yo, también desde niño, me he sentido especialmente atraído por el “lado oscuro”: a mí me caían bien los dragones, los ogros, las brujas pirujas, los personajes atormentados, los débiles y tristones, hasta el punto que al final siempre acaba por identificarme con esos “arquetipos”; y además prefería a las arañas, las serpientes y los bichos feos antes que a los unicornios, los gatitos y demás fauna dulce y perfecta.  A día de hoy, esa "vida oscura" sigue siendo muy cara a mi corazón, es obvio que mi "mujer esencial arquetípica" sea MEDUSA, mi siempre amada mujer con serpientes en los cabellos, fuente última y primera de tantos de mis escritos, como bien sabéis.

Es normal que, más tarde, al especializarme en literatura en la universidad, tendiera a buscar los motivos por los que a todos, de una forma u otra, los "cuentos de hadas" nos "despiertan" tantos y tantos sentimientos.  Y es que, creo que estaréis de acuerdo conmigo, nos gusten o no, nunca nos dejan indiferentes y de una manera u otra suelen ejercer una profunda fascinación en nuestros corazoncitos luminosos que habitan gozosos las sombras.  Lo que tengo claro, es que internarte en el "territorio numinoso" de los cuentos (de los mitos, de las leyendas...) implica un "descenso en espiral" hacia el "otro lado".  Así que, para llegar a entender qué había "ahí", y ya en mi edad adulta, decidí bajar a menudo a esa franja que limita con el mundo mágico de la infancia.  Y cada vez me daba por bajar más y más hacia el centro del mundo de los cuentos y los mitos originales, siguiendo el "camino de baldosas amarillas" para no perderme, y cada vez que bajaba me daba cuenta también de que volvía más y más cambiado a la que se supone nuestra "Realidad".  

Del mundo prístino y salvaje de lo que no conoce la unión, de la no mezcla, de la perfecta claridad que divide de forma engañosa para así revelar lo que Es, uno siempre vuelve cambiado, porque ha visto lo otro y lo otro lo ha visto a uno en una visión profunda de "unidad diferencial" que todo lo abrazo y deshace nudos y murallas.

Si quieres mirar a los ojos de la Diosa debes estar dispuesto a pagar un alto precio, un precio tan alto que te va a dejar sin un chavo, colega, pero que, te va a hacer que se florezcan las orejas de pura felicidad, tío.  La Diosa Blanca te arrebata todo lo que te sobra para así, al dejarte sin nada, poder darte la chispa que hace todo posible.  Es la caña, esta tipa, la Madre Primordial que Crea y Destruye Mundos y Universos sólo con un bostezo y cada vez que pestañea el espacio y el tiempo desaparecen sin más en la danza de las formas y los cuerpos que ahora frecuentamos (¿me concedéis este baile, querid@s mí@s?).

Como dicen las tradiciones místicas más simples, sólo perdiendo la vida en vida sabremos morir a la muerte y por tanto dejaremos de estar muertos en vida y viviremos ahora y más allá de la muerte.

No sé si me explico, pero no importa.  Me encanta la clara opacidad de los koanes zen, de la poesía sufí, de las propuestas pitagóricas...  Sólo aquello que se presenta velado en el discurso puede acercarse a la Realidad primera y única que nunca se puede llegar a conocer a través de la mente de la mente.

A lo que voy, siempre volvía cambiado, decía, y con ganas de “crear” nuevos cuentos, nuevos mitos, de darle la vuelta al mundo como si fuera un calcetín y ver qué pasaba.

¿Quién es la más guapa de todas?
Ahora mis querid@s chic@s tienen como último trabajo de la asignatura el crear cuentos “modificando” los estereotipos y roles clásicos de los cuentos tradicionales, y como me parece que el “maestro” ha de dar ejemplo, aprovecho esta luna que se me nació hace unos años entre los dedos para presentar mi “aportación”.  Mi “cuento” en verso “dado la vuelta”.

Espero que os guste…, un beso enorme para todos:
Hay Princesas y Princesas...


LA PRINCESA SE CONFIESA EN SU DECIMOQUINTO CUMPLEAÑOS
Por Francisco J. Francisco Carrera

Siempre me atrajeron los dragones,
ya ves,
así, más bien fieros
y con aire peligroso,
su piel verde, sus ojos negros
y su aliento de azufre y de fuego.
A las mujeres lo que nos gusta
son las llamas mundanas
y no los cielos lejanos
y de eso, de ardores,
los dragones saben un poco,
más sin duda que estos muchachos
principescos que recorren nuestro reino;
a nosotras nos gusta abrasarnos
entre besos y caricias,
derretir nuestros cuerpos
en brazos sedientos
del placer y del cariño
que tanto necesitamos;
y no es que las palabras bonitas
no agraden, no, que son bellas,
pero no alimentan,
los besos sí, si están bien dados.
Lo del príncipe azul
es mero cuento,
ya te digo,
quién va a gustar
de un pardillo cortesano
de corte metrosexual,
asquito me da sólo pensarlo,
así, depiladito por arriba y
sin un pelo por debajo,
con cremitas y neceser
en la grupa del caballo;
y sí, luego que si espada de marca,
el casco de moda en Italia
o la armadura reflejando
lustrosa los rayos solares
pues ha sido abrillantada
por la cursi infecta de su madre,
Reina o noble Condesa,
para que le luzca el chaval
el día de la conquista
que con la cara de canelo
que tiene de tonto y de feo
no ve cómo echarlo de casa
como no le encuentre princesa
incauta con quien poderlo casar.
Tanto da,
pedazo de engaño la historia
y del mito, pues otro pito,
que no, que no,
que a las princesas
en el fondo
lo que nos gusta es el dragón
o, si acaso,
algún mozo menos engolosinado
que el principito del copón
del típico cuento de hadas.

Aunque para cuento el mío…
Llevo ya unos meses
esperando ser raptada
por alguna fiera del bosque,
ogro, gigante o dragón
que me quiera dar besitos
con cariño y con pasión;
vamos, que quiero
que me encienda
el cuerpo y el corazón
a base de buenas razones
y si larga es la mecha
pues mira, tanto mejor.
Pero por ahora mala suerte,
no me raptan ni me roban,
no se me llevan de un palacio
que ya se me hace desierto
de pena y de tanta tristeza.
Quiero amar y ser amada
porque la vida hay que vivirla
y que no se me plante caballero
alguno en mi selvático jardín
que ya le mandaría yo a freír
huevas de salmón ahumado
de vuelta a su coqueto adosado.
Así que ya sabes,
si conoces algún dragón
que todavía no esté cogido,
dile que yo ando soltera y presta
y en busca de bestia o de fiera
que quiera estar a mi lado
sin pedirme otra cosa
que no sean besos o abrazos
porque es eso lo que busco,
lo que mi alma de doncella
suplica de la noche hasta el alba,
el amor sincero que el corazón consuela
y la pasión más pura que los cuerpos calienta,
así de simple, quererse, cuidarse,
en dos palabras: estar enamorados.


No hay comentarios:

Publicar un comentario