¿Qué es lo que has venido a hacer aquí?

¿Qué es lo que has venido a hacer aquí?
He venido
a besar tus labios con mis ojos,
a dejar en tu cuerpo mis caricias,
a rezar a un dios estupendo y lleno de vida,
a respirar el aliento mismo de la creación,
pero sobre todo,
por siempre y para siempre,
a amarte, hermano mío,
amarte y no dejarte de amar,
nunca más dejarte de amar.
(Francisco J. Francisco Carrera, "Luna de Agosto")

viernes, 26 de febrero de 2010

LA MUNDANA CONCEPCIÓN DE LA MIRADA DE LA MEDUSA Y DANIEL WINTERBOTTOM

A ver, que quiero ser lo más clarito posible, hoy el blog es sobre blogs. Esto de hoy va sobre dos nacimientos, uno tardío y el otro prematuro y totalmente inesperado. Me ocupo primero del "segundo" y aluego del primero.

LA MIRADA DE LA MEDUSA

http://lamiradadelamedusa.blogspot.com/

Cuenta la historia que este hombre que escribe tuvo claro desde su niñez que en él convivian a partes iguales lo femenino y lo masculino, que aunque varón para el censo, era hombre a la vez que mujer. Cuenta la historia que a pesar de ser así, el que ahora se abre las venas de los dedos para sangrar estas palabras supo casi al instante que el varón que era hombre y mujer a la vez era todo eso y a la vez era otra cosa, otra cosa que integraba todo sin paradoja alguna. Una unidad primordial, un aliento de cielo y de mar. Pero el pensamiento lógico siempre se acababa imponiendo, y al intentar buscar un razonamiento y un discurso que explicara todo este barullo, se daba de morros una vez tras otra con la "supuesta realidad y un muro de palabras y conceptos" y no llegaba a poder expresarlo de forma clara.
Quizás por eso, ese hombre que soy yo tuvo que hacerse poeta. Casi seguro.
Pues bien, la historia que os acabo de contar ha avanzado considerablemente y esta semana última se ha escrito un nuevo episodio.
El nuevo blog que os presento responde a una extraña conjunción de casualidades. Para empezar, desde hace unos días, como habéis podido comprobar los que me frecuentáis en Facebook, estoy iniciando mi mañana con una "pequeña entrada espiritual" (por llamarlo de alguna manera) tras mi sesión de meditación. Así, voy recogiendo material a modo de "little thoughts passing by" para uno de mis proyectos (relacionado con la espiritualidad) y se me había ocurrido que podía ser interesante crear un blog donde, mensualmente, pusiera todos estas fugaces meditaciones, estas "pildoritas de luz" para los días nublados. Mi intención era que el blog se llamara como el libro en el que estoy trabajando (algo así como "La luz de tu mirada", quién sabe en qué acabará), pero justo antes de hacerlo..., va y entra Medusa en la escena y me mira a los ojos del alma.
Desde hace una semana no he parado de trabajar en el mito de las gorgonas y sobre todo no he dejado de pensar en Medusa, todo ello me ha llevado a entrar en "profunda comunión" con la imagen de la Medusa. Convirtiéndome así en la mujer con serpientes en la cabeza, pido a lo que está fuera del tiempo y el espacio que me dote de su mirada y me haga ver la realidad tal como es, que me dote de la doble visión hombre/mujer y que a patir de ahí me lleve más allá de ambas. Al final..., lo que ha ocurrido es lo que ha ocurrido. Este blog.
Mi intención con este proyecto (uno de los más cercanos a mi corazón hombre/mujer, a mi verdadera identidad, a mi rostro originario) es trabajar una serie de ideas mitopoéticas que me ayuden a verbalizar diversas intuciones profundas en relación a la unidad de los sexos sin perder su identidad. Para ello usaré la poesía, pero también otra serie de textos. Todo girará sobre las mujeres con serpientes en los cabellos, los hombres con ojos de serpiente y... algo que todavía no quiero (o no puedo) revelar pero que se fundamenta en un poemario que acabo de terminar sobre esta "temática mitopoética" y que espero presentar más adelante a algún premio de poesía para ver si hay suerte (si no, ya lo acabaremos publicando Raquel y yo de forma privada). El tiempo lo dirá...

http://lamiradadelamedusa.blogspot.com/ relata la historia del hombre que murió para nacer con la mirada de la medusa y así poder hablar de su nueva visión. La primera entrada se ocupa de esto. Será un organismo vivo y amorfo, un proyecto libre, creciente y respirante y palpitante..., lo único que hará de forma metódica es recoger todos los primeros de mes las entradas que haya ido publicando en Facebook el mes anterior. Por lo demás, no hay regla alguna. Mis entradas se notificarán, como siempre, en Facebook por lo que si no estáis en esa red y queréis ir visitando a la Medusa tendréis que ir pasándoos de cuando en cuando para ver qué ha pasado o dejado de pasar. Cuando llegue el momento de que muera, si hubiera de llegar, lo celebraremos todos con gran alegría y ya está. Sin más.

Y ahora a por el nacimiento de

THE WORLD ACCORDING TO
DANIEL WINTERBOTTOM,
PhD IN ALL THE THINGS ABSURD
THAT REALLY REALLY MATTER

http://danielwinterbottom.blogspot.com/


(el blog está activo pero no tiene todavía contenido, estoy en proceso de diseño, usease, que si pinchas, vas, pero vas a ir pa na, así que mejor tesperas al miércoles)


Y sí, mi nueva personalidad inglesa. El miércoles 3 de marzo Daniel Winterbottom llegará por primera vez a vuestras pantallas. Obviamente, este blog estará integramente en inglés, principalmente porque el tipo nació en Surrey, Inglaterra. Es mi otro yo británico, el que muchas veces intuyeron mis alumnos, el que les hablaba en inglés y el que no sabe ni papa de español. Licenciado en Literatura Inglesa por la Universidad de Hull, Daniel tuvo un despertar a la realidad profunda de las cosas una noche que estaba sacándose pelotillas de la nariz mientras las dudas le corroían, "¿debía comerse un sandwich de pepino con mayonesa, o acaso uno de mayonesa con pepino?", la situación le llevó a un colapso tal que se cayó de culo. Al día siguiente todo era distinto, dejó su trabajo de profesor de insituto para dedicarse a dar trocitos de pan a las palomas de un parque cercano a su casa. Inició también su doctorado en "todas aquellas cosas absurdas que importan de verdad de verdad" y una vez concluido "cum laude" decidió que era el momento de abrirse un blog para compartir sus conocimientos. Básicamente esa es la particular historia de Daniel, pero ya os iré contando más cosas de su vida, que es amiguete mío (bueno, es uno de mis otros "yo", creo). Siendo un ser proteico y metamórfico, su apellido, como veréis más adelante, muta según la estación en la que estemos. Pero dejemos ciertos detalles para el futuro, que las cosas hay que ir viéndolas según se van manifestando...

Y nada más... o sí, pues como esta entrada Luna de Agosto me la he pasado hablando de otros blogs, me apetece acabar con uno de los poemas que he escrito este mes y que ya ha pasado su fase de revisión, o sea que tiene muchas posibilidades de quedarse así..., no es que sea nada del otro mundo (por otra parte, mejor que sea de este, ¿no?), pero me gusta la idea del título.

Y es que he estado muy besucón últimamente...





Un beso en verso..., o lo que es lo mismo un "berso":

EL BERSO


Por Franciso José Francisco Carrera

Con este verso
te verso,
te beso.
y te berso,
con estas manos
te libero
del amor
con el amor,
te regalo
el cielo
para que deje de ser tuyo


y sea por fin de los dos.

No me niegues,
vida mía,
uno de tus
bellos besos,
yo, a cambio,
bersos de daré
con los labios,
con los dedos
y con las uñas de los pies.

jueves, 18 de febrero de 2010

LOS HOMBRES QUE AMABAN A LAS MUJERES CON SERPIENTES EN LOS CABELLOS



Imagen de Medusa, Glen Vause

Sí, vamos a dejar claro desde el principio que, como era de esperar, yo soy uno de esos hombres (creo que voy a formar un club para que nos podamos agrupar todos y reivindar lo femenino-ofídico que tanto me apasiona). Aunque lo del término "hombre" es un tanto “vago” porque, como sabéis muchos de los que me habéis tratado, lo único que tengo seguro de mi supuesto “género” es que biológicamente mi manifestación en el mundo de la forma es masculina y que mi opción sexual es hetero; esto no quiere decir nada importante de mí y de hecho cada día intento ser plenamente consciente de todo lo femenino-masculino que radica en mi verdadero ser esencial, esa, como me gusta llamarla, luz hermafrodita que nos originó y a la que tendremos que volver al dejar el cuerpo. Pero sobre estos temas ya me ocuparé en otra entrada, que da para mucho y como saben algunos de mis exalumnos me interesa especialmente, tanto como para tener algunas “strong opinions”, como decía Nabokov, al respecto. Hoy quiero hablar sobre mitología griega y sobre mi profundo amor por las mujeres con serpientes en los cabellos.

Llevo toda esta semana trabajando en una serie de poemas inspirados en las tres gorgonas: Euríale, Esteno y Medusa. He de recordar aquí que mi temprana pasión por la mitología griega se la debo a mi hermana (¡cuántas veces pude leer aquel libro de Humbert con la imagen de Prometeo devorado por el águila!) y afortunadamente tengo la ocasión de frecuentarla a menudo en compañía de Raquel, apasionada a su vez por los mitos grecorromanos y gran conocedora de los mismos. Mi interés por la mitología nórdica es mucha más tardía y espero sacar otro rato para hablaros sobre ello, sobre todo de Freya y de las Valquirias. Dicho esto, también he de añadir que me fascinan las mujeres, las serpientes, y las mujeres con serpientes en los cabellos, esta última es además una de las imágenes que estructuran desde su base mi “imaginario personal”. Uno de los iconos que me acompañan allá donde vaya es el que encabeza este “post”: la Medusa de Glen Vause. Fascinantemente bella, con esos ojos apocalípticos, esos labios inexpresablemente sensuales, esas serpientes maravillosas… Podría pasarme una vida (o dos) mirándola y cayendo en esa mirada para siempre sin tener que salir de ella ni para ir al baño.

Pero hablemos un poco de las tres hermanas. Dejaré para el final a Medusa, mi favorita y la más conocida. Como sabéis, las gorgonas eran unas mujeres “monstruosas” (algo que nunca me lo han parecido, ninguna de las tres, yo debo ser un poco “gorgono”), hijas de Forcis y Ceto (o, según las fuentes, de Equidna y Tifón) y hermanas de otras “hermanas” famosas en la mitología, las Grayas (sí, esas que compartían un ojo que se iban dejando para ocupar su cuenca ocular, y también usaban el mismo diente, espero que no les diera mucho por comer dulces y que tuvieran una buena higiene dental, un diente pa tres, ahí es na, una caries inesperada y se acabó lo de comer "torrenos" a la soriana).

Euríale es, por su etimología, “la caracterizada por buenas acciones” y viene a ser “el poli bueno” de las tres. Es la mayor y presenta un fuerte sentido maternal (llora por Medusa tras su muerte a manos del “pérfido” Perseo). Mi imagen romántica de Euríale se mezcla con la del bicho feo que sale en el videojuego de la play "God of War II", ¿qué os parece?:




Sí, ya, bicho feo y malo, lo sé. Pero mi imaginación dota a Euríale de otra fisonomía, que me guardo sólo pa mí. (Épico fue para mí ver a Raquel mando de la play en mano dándole pal pelo al bicho ese, encarnada mi querida mujer en ese maravilloso calvo musculoso llamado Kratos).

Esteno se caracteriza por su enorme fuerza y su independencia. Es, por así decirlo, la que “más va por libre” de la familia. De muy mala leche, causaba bastantes muertes entre los humanos (“algo habrían hecho”, que chica tan fina no mata por na). De gran fuerza física y mental, podía hipnotizar a sus atacantes concentrando su energía en la mirada. Su sangre podía dar tanto la vida (si se extraía del lado derecho) como la muerte (del lado izquierdo). Un carácter, vamos. Esta gorgona también me resulta especialmente interesante y de alguna manera me siento muy cerca de ella.

Y Medusa, ay, mi amada Medusa (que yo a esta chica es que la amo profundamente, de verdad), Medusa era…, "como decirlo", la rarita de las tres. The Black sheep of the family, será por eso que siempre me ha caído tan bien. Para empezar, era la única mortal de las tres. De hecho, su poder de petrificar con la mirada vino a ser como “un premio de consolación” por no ser, como lo eran sus hermanas, inmortal (otras versiones dicen que era una mujer mortal convertido en monstruo como castido de los Dioses). Era asimismo de una belleza sobrenatural, no compartiendo tal rasgo con las demás (de cuerpos enormes y menos fashion).

Y ahí la tenéis a Medusa, vedla delante de vosotros, con sus cabellos reptantes, con la mirada de piedra…, esperando su muerte a manos del puñetero de Perseo (que de pequeño no me caía nada bien, para qué nos vamos a engañar, que a mí la que me gustaba era la pobre gorgonita a la que querían decapitar, jo, y van y me la matan a mitad de la peli, tío puñetero, que no tenés corazón nel pecho).




Espero encontrar rato en algún otro momento para hablaros de todo lo que simboliza para mí la figura de Medusa como “eterno femenino” y de cómo suele ser una de mis puerta meditativas para acercarme al “centro inmóvil” de donde venimos. Pero eso será otro día, pues habrá más. Hoy quiero acabar de la manera en que, a ratos, más fácil me resulta comunicarme: en verso. Este poema es parte de una serie de 5 que a su vez es parte de un libro en el que ando trabajando estructurado sobre la imagen de Medusa. Lo cierto es que después de muchos años de estudio y reflexión he empezado a ver desde dentro de mí cómo a través de la identificación con las mujeres con serpientes en la cabeza en general y con Medusa en particular puedo por fin unificar lo masculino-femenino a través de lo poético. Creo que en él soy capaz de compartir con vosotros mi visión del mito de Medusa y Perseo desde el corazón de mi gorgona favorita y contando lo que Perseo no quiso (o no supo, el pobre) que se contara. Se entremezclan las visiones del “monstruo” y del “héroe”, empezando la de ella y alternándose desde ahí.

Espero que os guste, a mí, por lo menos, me gusta compartirlo con vosotros. Como siempre, gracias por estar al otro lado de la pantalla y juntito a mi corazón.


Besos y poema para ahuyentar toda pena.


MEDUSA

Escrito por Francisco José Francisco Carrera y corregido y revisado por Raquel García Sanz.

Para Marta,
que en otra vida
u otro mundo
fue ser mítico,
por su amistad
y por tantos y tantos momentos
de felicidad.


En la isla de los muertos
habitan las mujeres
con serpientes
en los cabellos.
Euríale, Esteno y Medusa,
imágenes de lo eterno,
estirpe del Dios del mar,
indómitas,
condenadas a una belleza tal
que enloquece a quien las mire.
Medusa, la única mortal
y las más bella,
reza cada mañana
para que no llegue Perseo,
que las Grayas lo confundan,
que tropiece bruscamente
y muera, quebrado el cuello,
que no desee la gloria
que otorga matar monstruos
y envejezca en Argos
siendo carpintero,
agricultor, mendigo o ganadero,
cualquier cosa.
Ella no quiere morir
para convertirse en historia.
Pero la mujer
cuyos ojos son el universo
conoce de la profecía
y de la forja del mito,
ha visto en sueños
su vida sesgada,
su sangre en la espada
del héroe,
su cuerpo
desplomado en el suelo
y su cabeza
de los hombros separada,
por eso teme su llegada,
y no puede conciliar paz alguna.




Hoy es un día sin par,
empieza a forjarse mi destino
con la hebra infinita de lo eterno.
Lejos queda el encierro
de su madre en la torre,
la visita dorada del Dios,
el cofre de madera a la deriva,
la red de Serifo cerca de Dictis,
la corte de Polidectes
y su estúpida bravuconada
alentado por el vino
que el rey le ha ofrecido.
Así el camino se iniciaba
con la ayuda de los Dioses:
bolsa, escudo y casco,
espada curvada y sandalias aladas.
Así el camino se iniciaba,
volando hacia la casa de las Grayas.
Perseo no miraba hacia atrás.
Sólo existía el deseo
de ser el “Glorioso Perseo”.


Sabe Medusa
que el hombre
se acerca,
sabe que ya
su secreto
conoce
al serle revelado
por las tres
Diosas ciegas,
sabe que esta luz
que llena la cueva
puede ser postrera,
que cada suspiro
la lleva hacia
la tumba.
Y siente miedo.
Medusa tiembla
hoy
porque sabe
de su muerte.
Y sus ojos,
bellos como el océano,
vierten lágrimas
de cristal
que estallan
al tocar el suelo.
Y sus labios
bellos como la niebla,
se estremecen
sabiendo tan cerca
el final,
por eso callan.


La isla ya estaba ante él,
la leyenda se escribe deprisa
así que repasa su plan:
el casco lo haría invisible
para poder penetrar,
después el sigilo,
evitando a las hermanas,
acercándose a su meta,
preparado ya el escudo
donde se habría de reflejar
el monstruo
para evitar así su mirada
que lo querría petrificar.
Entonces y sólo entonces,
ya saborea el momento,
la espada de Hermes
brillaría en la noche
para sellar su acto
glorioso,
y con un grito

que rasgaría el silencio
como los rayos de Zeus
despedazan la tormenta,
Perseo sería Perseo,
el del puño de hierro,
la fuerza del fuego y el mar.
La isla ya estaba ante él
y él ya se sentía victorioso
incluso antes de empezar.


Medusa ni siquiera se resiste,
mira a Perseo
dulcemente,

robada la mente
de repente,
él lo ignora,
y sintiendo estallar su corazón
la mujer se enamora,
baja la cabeza,
expone el cuello,
las serpientes abrazan
sus cabellos,
tanto la aman,
se arrodilla y espera.
Perseo no es consciente
de los hechos,
ha de luchar,
es un guerrero,
y a través del reflejo
de su escudo
sólo ve a un
ser inmundo
y peligroso,
corre hacia ello,
levanta la espada
y, protegiendo su mirada,
decapita a la gorgona.
Medusa entiende
entonces
que la espada del héroe
es lo más cercano
que ha estado
del amor
y agradece a los Dioses
tal regalo.
Su último aliento
trae una sonrisa,
los puños se relajan
y se deja ir
al vórtice luminoso
del fango primordial.
Ya se siente una
con la tierra,
con el aire,
con el mar,
ya es serpiente
ella misma,
ya es la sangre
del Dios

y la primera palabra
de la Diosa;
por el suelo fluye
hacia la luz
de la oscuridad
siendo ya
tiniebla,

pero tiniebla luminosa.



Perseo
ya sobre Pegaso
reflexiona
y no acaba de entender
lo que ha pasado.
Juraría que
por un breve momento
miró a los ojos de
Medusa
y no le pasó nada,
o sí,
le pasó
que sintió
fuego en el pecho,
sintió que en los ojos
de aquel ser tan bello
vio reflejada su alma
y quiso abrazarla
y besar cada serpiente
sus senos desnudos,
su vientre,
beber del veneno
en sus labios destilado,
rozar su boca,
desgarrarse locamente
el cuerpo entero
entre sus manos de roca,
pero sobre todo
dejar de ser héroe,
dejar de ser hombre incluso,
dejar caer todas las máscaras
y ser él mismo por primera vez
en los brazos de la mujer serpiente.
Ahora se siente triste
y por eso se esfuerza
en olvidar lo que siente,
centrarse en glorias futuras,
sabe ya que se ha ganado
un sitio en la eternidad
aunque nunca pueda
volver a contemplar
la belleza de su rostro original
en los ojos de su igual,
ese fue el regalo de Medusa
y Medusa ya no está.

miércoles, 17 de febrero de 2010

VISITANDO LA BIBLIOTECA PÚBLICA



Amadísimos seres de luz,
prístinas presencias de besos infinitos,
amigos,
vosotros mismos…,
hoy, como creo haber adelantado en otro lugar, iba a producirse el nacimiento de un nuevo ser, Daniel Winterbottom, con su blog “ad hoc” pero dicho alumbramiento habrá de retrasarse porque, en medio del parto, le he pedido que me prestase el que iba a ser su primer miércoles en vuestras retinas. Daniel, que es, cómo decirlo, una píldora de buena suerte envuelta en caca de ñu, me ha dado un abrazo amniótico y lleno de babas y me ha dicho que por supuesto que sí, que no había problema. Qué lindo él. Así que aquí estoy un miércoles más de libros y poesías. Como veo que voy a echar de menos este espacio anejo a los domingos de Luna de Agosto, creo que de vez en cuanto y entre semana me pasaré por aquí para asuntos estrictamente literarios (o casi). Anunciaré, como es costumbre, en Facebook dichas entradas.

Et bon, mes vieux, hoy quiero compartir una alegría. Este fin de semana pasado (que tenía a mi tan dulce como salada Raquel en Valencia, ya lo comentaba en mi última entrada) me acerqué a la biblioteca pública para echarle un ojo a las novedades. El destino, maravilloso siempre (aún cuando se nos incrusta en los piños de forma inesperada y cruel) me tenía un regalo deparado, jo, qué guay. Allí, en el expositor de últimas adquisiciones lucían flamantes, flagrantes y sangrante dos libros, dos:

- Poesía sin fin de Alejandro Jodorowsky, editorial Alambique.
- Cambio de Siglo. Antología de poesía española 1990-2007, en Hiperión
.

Muchos sabéis la pasión que siento por mi siempre bienquerido Jodo, uno de esos autores necesarios y cuya obra me acercaron en momentos distintos de mi vida mi querido amigo Félix (que otrora fue Camaleón, bueno lo sigue siendo) y mi querida hermana Paz (que otrora fuera Ángel, bueno lo sigue siendo). Aluego ya me busqué yo las castañas y más y más libros. Vamos, que Jodorowsky es uno de mis 1000 autores favoritos, seguro, seguro. Pero hasta ahora no me había puesto con su poesía, acaso necesitaba un estado mental adecuado así que cansado de esperarlo, decidí que todo se había conjurado para que al fin me pusiera con ello. De este modo, habiendo pillado el libro en la biblio, me he estado frotando y refrotando con los poemas de Jodo por la mañana, por la tarde y, también, por la noche (I just can’t get enough)…

Me he frotado la calva,
me he frotado el pandero,
las tochas y también los dedos,
me he frotado la nuca
y me pienso frotar aún más
todo lo que nunca verás.


(nota mental, de esto tengo que hacer un poema)

QUÉ GRANDE, SEÑOR, QUÉ GRANDE, que tío más la leche en vinagreta, qué pasada…,
es la tierra, el cielo,
la nube que muere,
el río que nace,
EL UNIVERSO ENTERO ES,
ahí es nada.
Todas las aves de la tierra,
el dolor y la abundancia de la pena,
el estiércol primigenio, la seda,
el horizonte mismo,
el mar desalado y los sueños con ojos cosidos en legañas al despertar,
el fuego, la noche, la sierpe,
el aliento del minotauro,
la sombra del tiempo,
Ícaro aprendiendo a volar,
Iggdrasil desraizado,
Beowulf muriedo endragonado,
es todos los nombres del mundo
y todo lo que se ha de nombrar.

(y de esto también)

En resumen: me ha gustado mucho.


Así que, vamos a compartir(nos) una miajica de versos, ¿hace? (síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii). Pos guay, lindos.

¿Qué me decís de esto?

“La poesía es el excremento luminoso de un sapo que se tragó a una luciérnaga”.
(A. Jodorowsky)

Pura definición de lo inefable, de lo incognoscible, de lo indefinible, de lo que es y por tanto no necesita ser glosado, ni tan siquiera nombrado. Como si el pájaro se sintiera más pájaro cuando nosotros levantamos nuestro dedo, lo señalamos y decimos “pájaro”, como intentado abarcar lo que es inabarcable, dando nombre a lo que no lo necesita. Como si vosotros, hermanos míos, necesitaseis de que os dijeran “cuán maravillosos sois” para serlo, lo sois, lo sois, y LO SOIS, y nadie puede añadir nada a eso, y si os niegan, nada importa, no se puede negar lo que es, la esencia del ser es absoluta y todo lo abarca, incluso su propia negación, y por tanto concluye y empieza y todo lo contrario. Se devora a sí misma y se engendra sin cesar. Es lo que tiene el ser. Lo que ha sido, es y será.

(Más, más, más, queremos mucho más…)

TAMBIÉN DE AMOR DEBE HABLAR EL POETA

Si yo pudiera desprenderme de mi voz
para enrollar en mi garganta la tuya
y usar solamente este océano
formado por tus palabras que son néctar
para mi lengua de huérfano de viudo de extranjero.
Si pudiera dejar de estar ausente
para convertir tu alma en mi patria
dejándote oír por una vez
el impacto mortal de mi silencio.
En el fondo no soy más que el recuerdo de tu voz
Cada vez que me rechazas
terminas de parirme.
(A. Jodorowsky)


Aaaaaaahhhhhhhhh, qué bueno…


(Máaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaasssssssssssss, ya mismo, por favor, tengo urgencia de poesía….)

“Como nube llevada por el viento, no tengo residencia ni tampoco final.
Cada paso es un comienzo. Aspiro a ir hacia donde jamás se llega,
a decir lo que es puro silencio, a abrir las manos sin nunca tomar nada,
a la soledad de la piedra sobre la que se edifica el templo.
Acepto ser un muerto para que Dios se convierta en mi alma.”

Pura esencia de Zen, pura presencia de Tao. Puro palpitar del corazón del mundo, vamos.


(UUUUUUUUUUUUUna más, por fi) Pos fale. Una más. Por ser vosotros tan bellos y por ser yo tan calvo y a la vez lleno de pelos:

SIN META

Del sueño al sueño,
aire, carne piedra, forma
donde se embosca el sufrimiento,
cenizas, polvo, sombra,
latiendo sin saber qué corazón,
cada grito es un cometa,
cada palabra
un espadazo en el vacío,
sonidos
como joyas de agua
en una lengua seca,
deseos de alcanzar otro mundo,
unirme a las capas invisibles,
al ulular sin boca de la araña
a la fuerza que se teje a ella misma.
Bajo un vuelo de ángeles dementes
devoro la última escalera.

Qué más decir…, ay…

Con el otro libro, la antología, ando todavía en proceso de lectura, pero es un regalo maravilloso acceder a tantos poemas y poetas en un mismo formato. A disfrutarlo toca, quizá os hable de él, quizá no.

Para acabar, un librito más. Uno ya bastante antiguo (tendrá más de 10 años) y que me prestó mi hermana la última vez que anduve por el norte. Una maravilla que tendrían que dar en los hospitales a todo recién nacido. La autora, muchos los sabéis, está dentro de mis 25,47 autores favoritos de algunos tiempos: Louise L. Hay (bieeeeeeeeeeeeeeeeeeen por la Jai, bien, bien, bien, bien…). Pues eso. La Jai. El libro se titula Gratitud (editorial Urano), así, tan simple, y va sobre…, sí, sobre lo del título. Y es guay. Y es chuli. Y flipa felpudos y falsos fenfenutos por igual. Gracias, Paz, por dejármelo tan largo tiempo. De nuevos gracias a ti he aprendido nuevos significados en la gratitud, gracias, gracias, gracias.

Nada más, que ya es bastante, un beso para todos de buenas noches, buenos días o buenas tardes, lo que sea. ¡Cómo me gustaría aletearos los proximetrínomos a todos y cada uno tomando un café con vosotros, porque sí, por ser tan ostripalenianamente geniales!

Espero veros pronto,
mientras,
me contento con soñaros
dibujando vuestros versos en mis manos.

Besitos.

Cheerio.

domingo, 14 de febrero de 2010

MI PRIMERA CONFERENCIA

Para Raquel, por su primera conferencia.


Mi primera conferencia (bueno, “comunicación”, más sobre esto en breve) llevaba por título “Problemática de la enseñanza de I.F.E.: el inglés forestal” y la di el 29 de marzo de 2001 en la Facultad de Filosofía y Letras de Valladolid. Era un día caluroso y estaba, la verdad, muy pero que muy nervioso, recuerdo que compartía mesa con otros tres conferenciantes (uno de ellos chileno, majete él) y que para iniciarla yo basaba mi primer golpe de efecto en un chiste sobre un dentista que me había inventado (y del que no recuerdo nada). Lo cierto es que la cosa discurrió bien y que el evento fue lo suficientemente “exitoso” para que saliera animado de la cosa y con ganas de comerme el mundo (aluego me di cuenta de que el mundo no se come, que es de todos y es mejor, por así decirlo, irlo chupando poco a poco porque sacas sustancia pero no se desgasta y tocamos a más..., sí, estoy como una cabra, y bueno, es lo que tiene ser siendo lo que se es siendo, o no, no sé, pero se es o no se es, esa es la sesuda secuencia del silencio asilvestrado y asesino). Desde entonces he dado otras muchas, sobre temas muy diversos y en lugares tan variopintos como Zaragoza, Soria, Letonia o Grecia. Al final, con la práctica, lo cierto es que los nervios ni siquiera me frecuentaban, acaso ese golpe de adrenalina necesario cinco minutos antes de entrar en acción. También es cierto que, como muchos sabéis, a mi me dais un rato para hablar de las cosas que me gustan y acabo olvidándome totalmente de que haya una realidad exterior al tema del discurso.
Para aquellos que no lo tengáis claro, una de las primeras cosas que el joven profesor universitario descubre al llegar a sus quehaceres es que el mundo de los congresos/simposios se divide básicamente en comunicaciones, ponencias y conferencias. Al principio, uno puede darse con un canto en los dientes (expresión que siempre me ha parecido, por decirlo de alguna manera, peculiar, porque tiene que doler…) si consigue que le acepten comunicaciones, estas suelen ser de unos 20 minutos de exposición más 10 de preguntas. Luego, si se “progresa adecuadamente” se van consiguiendo ponencias y conferencias, que suelen ser de 45 minutos a 1 hora y ya implican que te has ido haciendo un huequito en el mundo de los congresos. Lo cierto es que así como recuerdo perfectamente mi primera “comunicación” (ahora que ya distinguís las diferencias) no recuerdo para nada mi primera conferencia/ponencia (y lo cierto es que no he dado tantísimas), tendría que tirar de currículum para localizarla y no me apetece nada (estoy escribiendo en el portátil repantingado en el salón con el perro en el regazo y viendo El Pianista de Polanski). Bien es cierto que la que no se me olvidará nunca fue una apoteósica que di en el campus universitario de Rethymno, en Creta, ante un furibundo y jaranero auditorio compuesto mayoritariamente por estudiantes griegos y chipriotas, sobre poesía inglesa contemporánea y en la que acabamos cantando canciones y recitando poemas como si estuviésemos en un bar. La profesora que me invitó no sabía si aplaudir o llamar a la policía, y al fin acabó invitándome a cenar y confesándome que lo que había visto era “weird, weird, weird… but I kind of liked it, I guess…”.
Y lo cierto es que esta pequeña reflexión no es acerca de una de mis conferencias, comunicaciones o ponencias (la última la di hace ya casi un año, como sabéis ando ahora “fuera de juego” o, quizás, “fuera de fuego”, por cierto, que ahora que lo pienso, me ha gustado esto del “fuera de fuego” como título de un futuro poema), es acerca de Raquel y su primera conferencia. Mi querida mujer se iniciaba el pasado viernes en el mundo de las conferencias y daba una sobre sus temas de bilingüismo en el colegio en un congreso en Valencia. Así que aquí ando yo con perro y coneja alrededor, todos echando de menos a Raquel y disertando sobre las conferencias, comunicaciones y ponencias.
Y vuelvo, así, a mis reflexiones…, lo cierto es que a día de hoy no echo de menos ese mundo a pesar de que fuera divertido (obviamente no descarto volver a él en el futuro, cómo descartar algo en un tiempo que no ha llegado), pero, con todo, viendo a Raquel marchar para Valencia, noté en mí una doble morriña, la de mi chica y la de algunos antiguos viajes para "conferenciar". Me gustaba, por ejemplo, sentirme en el medio de la nada mientras en el aeropuerto revisaba las notas de lo que iba a decir, o la paz que sentía después dar la charla, o, sobre todo, perderme en ciudades y países que no conocía pensando en lo que diría llegado el momento. Tres de mis mejores paseos los di en esas situaciones, en Hannover, en Riga y, sobre todo, en Heraklios, en la capital de Creta me metí entre pecho y espalda una santa caminata de 6 horas sin parar así que cuando llegué al hotel me tuve que meter en la cama con pinzas..., y qué agujetas para la vuelta según iba en el taxi al aeropuerto, mamma mia.
También recordaré siempre mi "última conferencia" (bueno, comunicación), la que di el año pasado sobre Literatura en lengua inglesa y Heavy Metal y que luego me llevó a un programa de radio..., la próxima que tenía preparada, por cierto, se iba a titular Literatura y Videojuegos, pero por ahora se ha quedado en el cajón de proyectos pendientes. Qué se le va a hacer, ya llegará el momento, o no, tanto da.

Espero que Raquel haya disfrutado de la experiencia y en breve me contará. Por ahora, me quedo con esos recuerdos de lo que fue y con la maravillosa realidad de lo que ahora es.
Un beso enorme para todos por haber decidido acompañarme este ratillo, sabéis bien cuánto os amo a todos y cada uno. Gracias por ser así, tan, cómo decir, vosotros mismos.

domingo, 7 de febrero de 2010

ACERCA DE NADA, ALEJOS DE TODO (O VICEVERSA)

Hay días, amigos, en que uno está en el mundo por estar, y ya es decir. De esos días en que nos levantamos, nos miramos en el espejo del baño y nos rascamos el culo uno o dos minutos antes de decir “y pa’ qué”. Vamos, que por nosotros nos quedábamos en la cama hasta que se nos plegaran los plenos pilares del paladar desde adelante hasta parapatrás. Es un “y pa’ qué” dicho con dejadez pero con gracia gitana…, y bueno, a ver, en esos días nos deslizamos por el mundo de manera gelatinosa y perezosuela: si hay que ir a por el pan, vamos, pero con un “y pa’ qué” en los labios; si hemos de hacer un pis y estamos sentados en el sofá, acabamos yendo (después de haber intentado contenernos un par de horas esperando que la orina se disipara como por arte de magia), pero con otro “y pa’ qué”; y así vamos dejándonos ir hasta la hora de volver a la cama y cerrar los ojos con un “y pa’ qué” final que sí encuentra respuesta: “pues pa’ qué va a ser, mejillón, pa’ dormirnos”, a lo que contestamos, todavía con desidia: “ah, bueno, si es pa’ eso, pues sí”.
Hoy domingo yo estoy en uno de mis días “y pa’ qué” y lo cierto es que me da pereza hasta pestañear (por eso estoy saltándome uno de cada dos pestañeos), yo creo incluso que he comido la mitad que otros días para poder masticar también la mitad. Pero con todo me he arrastrado desde el sofá hasta el ordenata para escribir mi entrada semanal del blog…, y es tal el esfuerzo que me ha supuesto que ya voy pensando en concluirla.

En concluirla…, ay, y pá qué…

El cielo cerró su oscuro espacio de labios.
Y allí, los amantes
se cercaron
y navaja en mano
supieron abrirse el corazón con pericia, con delicia, con la pasión primera del placer inesperado, con la fuerza ignota de los seres perdidos en las noches del dolor, con toda la astuta presencia del silencio.
Con los dientes se arrancaron
miembro a miembro
hasta ser tan sólo el recuerdo de la rabia,
el caótico viento del amor.

Para eso.

O por eso.

Entonces todo lo que había sido
dejó de ser,
él cerró la puerta con un beso,
ella abrió otra con sus ojos,
y dejando de ser
al mismo tiempo
volvieron a ser
a la vez
lo que nunca supieron:
el signo sobre la arena,
el fuego,
la brisa
y el mar.

Ya era uno
el sueño y la vigilia,
la sangre inundaba cada poro,
el sudor corría por las heridas
y los gritos ahora eran de silencio.

Ya eran uno,
eran mil a la vez,
eran la roca y el olvido de la roca,
eran la muerte misma
y todo por fin
estaba bien.

Y para qué,
para qué seguir
cantando
historias…,
acaso
para nada,
por nada,
con nada,
o todavía menos,
que nada
a veces es mucho
más que mucho
y nada parece
ser tanto
que me produce espanto.
Así que sí porque sí.
Y ya está.
Por eso mismo.

Mañana es lunes, dicen. Pero hasta mañana no voy a creérmelo del todo, sigo soñando con martes que se adelantan un día porque sí, porque se les pone en las narices; con miércoles que desaparecen para irse de cañas un día entero; con jueves que, ahítos de estar siempre en el medio, se van sin pedir permiso; con viernes que se deshacen para no volver a aparecer hasta la semana siguiente; con sábados que duran tres días y con domingos eternos que duran un par de segundos.

¿Pero y vosotros, tenéis días de esos de “y pa’ qué” o sólo nos ocurre a los calvos? Ya me contaréis…

Un besaco de saco y un abrazo de sobaco.

miércoles, 3 de febrero de 2010

EL DOLOR DE SER UNO MISMO



El pasado domingo dediqué mis palabras a la oscuridad, el insomnio y Baudelaire, acaso por eso y con ese regustillo a ceniza, sombra y pasión en el paladar, este miércoles he querido volver a estar con vosotros para hablar un poquitín de Edgar Allan Poe. Aquellos que habéis sido mis alumnos tanto en la UNED como en la UVA, habréis estudiado bien "The Raven", bien William Wilson, o acaso ambas, así, vayan estas líneas dedicadas a todos aquellos sufridos estudiantes que hubieron de estudiar conmigo dichos textos, bien sabéis cuánto me agradó daros clase, era como estar hablando de unos amigos con unos amigos, me llenasteis de luz y me hicisteis estar más cerca de la comprensión de la realidad. Gracias de nuevo. Nunca me he sentido en deuda con la Universidad, pero sí con todos y cada uno de mis alumnos.

Let’s get the ball rolling… Como muchos sabréis, Baudelaire fue uno de los mejores traductores de Poe al francés y de alguna manera sus producciones comparten muchas constantes. Tienen sus textos unas fragancias decadentes y melancólicas, unos sonidos herrumbrosos a la par que susurrantes, un tacto de seda apagada, un sabor de ocre profundo… ese je ne sais quoi maldito que nos deja sin aliento cada vez que nos acercamos a Poe y a Baudelaire.

También quiero hablar hoy del dolor, y de la desolación. Del dolor de ser uno mismo. El ego nos hace erróneamente conscientes de múltiples dolores, falsos, sí, pero también reales, demasiado reales ya que solemos residir demasiado tiempo en el ego. La mente egótica es lo que tiene, que es puñetera de medio a medio. Bien, en esos días en que la luz se difumina y cae la noche en mi corazón, suelo recurrir a Poe para acceder a ciertos pasajes oscuros con mayor intensidad y de manera estética para así sublimar cualquier impulso autodestructivo de carácter práctico.

Hoy me gustaría aconsejaros a todos un texto cortito. Un texto que me ha perseguido en pesadillas desde la primera vez que lo leí con 12 años. Me refiero al titulado “SILENCIO (fábula)”…, venga, qué hacéis todavía por ahí…, id yendo a por vuestra copia de relatos de Poe y a leerlo, o si no tenéis, cachis la mar salada, a ver si la próxima vez que vayáis a la biblio lo pilláis, ¿eh? Si es que es de esos libros de los que tendrían que darnos una copia personal nada más nacer. En cualquier caso, hay un fragmentito que me fascina y que me sé prácticamente de memoria. Al leerlo con mis doce añitos fue como entrar en otra dimensión y el mundo no volvió a ser el mismo para mí. Ahí va:

“Y de pronto, a través del velo de la fúnebre niebla, se levantó la luna. Y era roja. Y mis ojos se fijaron entonces en una gran roca gris que se alzaba en la margen del río y a la que el fulgor de la luna iluminaba. Y la roca era gris, y siniestra, y altísima… Y la roca era gris. En su frente de piedra había unos caracteres grabados. Y avancé hacia ella por la marisma de nenúfares, hasta que me concentré cerca de la orilla, para poder leer los caracteres grabados en la piedra. Pero no podía descifrarlos. Me decidí a retroceder, y la luna brilló entonces con un rojo más vivo. Y me volví y miré otra vez hacia la roca. Y miré de nuevo los caracteres. Y los caracteres decían: Desolación."

Cuánta decadente belleza hay en esas palabras…, ay, cuánta melancolía, cuánta ennui, ay, cuánto de todo…
Y para acabar por hoy con este tema os dejo con uno de mis poemas, titulado, qué extraño, “Desolación” y que está incluido en mi poemario llamado “Mi último poema de amor” y otros poemas también de amor (o casi) de 2004:

DESOLACIÓN
Por Francisco José Francisco Carrera

La luz de la tiniebla
que se oscurece de repente
al sentir el frío aliento pestilente
de una noche que no acaba.
El batir de las alas en el cerebro,
el grito de dolor que se queda dentro,
la caída al vacío oculto de nuestra espesura de negro,
el regreso a nuestro paraíso desolado y en ruinas.
Esto es todo lo que me susurra mi ángel terrible
a la vez que e ofrece su espada sonriendo.
Bueno, eso y que no será la última vez
que sienta estallar mi corazón y mi alma
y que quiera desgarrarme las entrañas
para poder al fin dejar estas tierras desoladas.

Una cosa más antes de marcharme, el próximo miércoles volverá el Cocoroto con vosotros, pero desde el miércoles 17 de febrero tendréis un nuevo amigo en internet. Estad atentos a mi notificación, porque habrá un nuevo personaje y un nuevo blog… el que os había prometido en inglés.

Sweet dreams, brothers of mine, sweet dreams for all of you.