¿Qué es lo que has venido a hacer aquí?

¿Qué es lo que has venido a hacer aquí?
He venido
a besar tus labios con mis ojos,
a dejar en tu cuerpo mis caricias,
a rezar a un dios estupendo y lleno de vida,
a respirar el aliento mismo de la creación,
pero sobre todo,
por siempre y para siempre,
a amarte, hermano mío,
amarte y no dejarte de amar,
nunca más dejarte de amar.
(Francisco J. Francisco Carrera, "Luna de Agosto")

domingo, 3 de octubre de 2010

UNA MEDITACIÓN

Lo que ahora sigue es un extracto de uno de los proyectos en que estoy trabajando, el libro de espiritualidad que ya he mencionado en otras ocasiones y que lleva el título provisional de La luz de tu mirada, espero tener el borrador terminado para febrero o marzo del año que viene. Espero que os guste. Siempre es quedarse un poco en pelota picada enseñar un trabajo que todavía está en progreso..., pero ya sabéis que soy un poco exhibicionista y que no suelen preocurme las "críticas y opiniones" que el mundo o sus avatares puedan tener de mí, al fin y al cabo uno es lo que es, sin más milongas, y yo, para colmo, soy calvo y poco puedo ocultar en mi cocoroto sin un buen pelo que llevarme a la calva... Un beso para todos., mis lindos seres de luz.


"La clave está en escuchar el SILENCIO debajo del SILENCIO. Para ello has de aprender a cerrar los OJOS de tus OJOS.

Creas así un espacio a la vez infinito y delimitado y ahí puedes fundirte con lo que hay, pero sobre todo con lo que no hay.

Lo que no hay, lo que no ves, lo que no es estrictamente materia es, a pesar de lo que se nos ha enseñado erróneamente, lo ÚNICO y VERDADERAMENTE IMPORTANTE.

¿Quieres intentarlo hoy conmigo? Es más divertido cuando lo hacemos con otras personas, como todo en esta vida. Incluso la soledad, que es maravillosa y sanadora en su justa medida, es más rica cuando nos ayuda a “ser otras personas”, a fragmentarnos infinitamente para deshacernos en el flujo del momento presente.

Meditemos, pues, juntos.

Cierra tus ojos y respira.

Respira y siente como con cada respiración un nuevo mundo nace entre tus dedos, en tus labios, en tu corazón…

Sigue respirando con los ojos cerrados. El tiempo que necesites, tú eres la medida ahora del tiempo y hagas lo que hagas, pase lo que pase, está más allá del tiempo cronológico que estamos manejando los seres humanos como especie. Todo puede esperar menos tu propio despertar a la esencia profunda de lo que ES.

Ahora cierra los ojos de tus ojos, esto sólo lo sabes hacer tú y nadie puede enseñarte a hacerlo, es como respirar, algo innato. Vuélvelo a descubrirlo en este momento. Hazlo ya. Y sigue respirando.

Los sonidos que provienen del exterior (del mismo sonido del silencio hablo, no sólo de toda esa plétora de ruidos ambientales que nos rodean cada segundo) se van a ir fundiendo contigo. Lo notas, ¿verdad? Así está bien. Está bien que así sea. No te resistas. Tu voluntad nunca ha sido tu voluntad, al sentir esto comprenderás que por fin puedes manejar tu voluntad “a voluntad” y nadie ya te podrá volver a utilizar, tampoco volverás a utilizar a nadie. Felicidades, has vuelto a ser humano de verdad.

Ahora lo externo y lo interno ya no existen como tal. Ahora es lo que es y estás bien así, en este reducto de luz, tan sólo siendo, palpitando con la misma esencia de lo que Es.

Prepárate para el segundo silencio, este llega cuando has dejado de hacer fuerza alguna. Simplemente llega. Llega, se queda y se va…, cuando tú te has dejado ir. Y cuando se va, ya nunca te dejará. Cuando te has vaciado de ti para hacer espacio a todo lo demás es cuando has entendido en qué consiste la Felicidad.

Es tan fácil, ¿verdad?

Y con un ratito que hagamos esto, nuestra vida se transforma, poco a poco, sin casi notarlo. Y un día ves cómo no eres tú el que ve, el que habla… tú eres el que ve al que ve (los ojos de tus ojos), el que escucha al que habla (o acaso el que ve al que escucha al que habla…, ¡qué juego de espejos tan bello!), y así con todo lo que se manifiesta en nosotros o lo que nosotros creemos manifestar.
Y aquí está la belleza de este gesto. Todo lo que has creído hacer tú, en verdad se ha estado haciendo a través de ti. Todo. Y entonces las tinieblas se levantan, los velos caen y ves con esos preciosos ojos de tus ojos y oyes el silencio más allá del silencio. Eres libre por primera vez. Y sonríes. Y todo sigue igual aunque sea distinto. Y todo lo que se manifiesta está bien. Y sigues caminando y sigues respirando…

Tu cuerpo humano es tan sólo una careta necesaria en el divino juego de la vida, en el verdadero juego de lo que, en verdad, ES. "

No hay comentarios:

Publicar un comentario