¿Qué es lo que has venido a hacer aquí?

¿Qué es lo que has venido a hacer aquí?
He venido
a besar tus labios con mis ojos,
a dejar en tu cuerpo mis caricias,
a rezar a un dios estupendo y lleno de vida,
a respirar el aliento mismo de la creación,
pero sobre todo,
por siempre y para siempre,
a amarte, hermano mío,
amarte y no dejarte de amar,
nunca más dejarte de amar.
(Francisco J. Francisco Carrera, "Luna de Agosto")

viernes, 10 de diciembre de 2010

LA POESÍA CHINA

Esta semana le he dado vacaciones al Cocoroto para que se vaya bien lejos a hacerse un tratamiento capilar, que de calvo se está convirtiendo en bombilla ronda y moronda y saltimbanqui y choricera, un primor del colodrillo hasta el bajillo del pantalón.

Y como le he dado vacaciones pues creo que me toca hablar a mí un poco de poesía (para variar). Y hoy os voy a hablar de una de mis tres grandes pasiones (las otras dos son el mesoneo de silencios en almíbar plastificado y la proliferación de pelusas entre el bajo vientre y el alto melonar): LA POESÍA CHINA.

Mi pasión por la poesía china nació durante el año que pasé como profesor de español en Oxford. Allí, entre clase y clase, entre estudio de tristeza y esbozo de alegría, entre la lluvia y la tormenta, pasaba muchas horas vivas leyendo en la Bodleian Libray (una de mis bibliotecas favoritas, hay otra en Dublín a la que quiero aún más y en la que debe de haber alguna silla con la forma de mi culo de las horas que pasé allí sentado…). Lo cierto es que de manera un tanto casual me fui interesando por el Lejano Oriente, por Camboya, Tailandia, las Coreas, Japón y, muy en especial, China. Sin duda fueron Ezra Pound y Amy Lowell quienes me llevaron hacia la poesía china y, así, hasta día de hoy es uno de los corpus líricos que más me apasionan.

Y es que tienen algo los poemas chinos que te hacen licuarte poco a poco, te hacen volverte charquito de amor y ternura, te hacen difuminarte con el paisaje. Te sacan de ti para meterte en él, por así decirlo. Es difícil utilizar el lenguaje para referirnos a la poesía china, porque es directa, precisa y preciosa. Así que con esto me voy a evaporar, primero en unos versos de otros y luego en otros versos escritos por mí.

Nada más por esta semana, estrellitas lindas de mi corazón.

Os mando un besito y un trocito de turrón…


INFINITAS NOSTALGIAS
de Li Yu (937-978)

Sus cabellos son unas nubes,
y sus dientes, perlas.
Fino vestido de gasa.
Arqueadas suavemente las cejas
de un azul profundo.

Sopla furioso el viento de otoño,
acompañado de tanta lluvia.
Fuera de la ventana,
gimen hojas de plátanos.
Oh, ¿cómo podrán soportar
una noche tan angustiosa?

CONTEMPLANDO NANKÍN
de Wei Zhuang (836-910)

Llovizna. Sobre el río se ciernen nieblas.
Lozanas hierbas crecen en la ribera.
Seis imperios, cual sueños, se han esfumado,
y los pájaros lo lamentan en vano,
mientras los sauces, del todo indiferentes,
reverdecen el gran dique como siempre.

Este es uno de mis favoritos, es tan tristemente bonito, tan bellamente desesperado, tan precioso como la primera respiración del niño que acaba de nacer, tan maravilloso como el estertor final del hombre que nace a la muerte…

INSPIRADO EN LO OCURRIDO
de Su Manshu (1884-1918)

Eres la Diosa de la Belleza,
esbelta y ligera como la brisa.
Una hoja roja en la mano,
me pides con gran cariño
mi firma y dedicatoria.
A tu amor sólo puedo responder
con una lágrima de angustia.
Me desespera pensar:
¿Por qué no te hubiera conocido
antes de hacerme fraile?

Y ahora vienen los míos, pertenecen a una obrita titulada “La luz del mundo” en la que recojo poemillas cortitos y muy líricos…, espero que os gusten.

Poemas extraídos de “La Luz del Mundo”, por Francisco José Francisco Carrera:

La cama vacía,

vacía la esperanza.

*

Detrás de cada vida,
la absoluta certeza de la muerte,

detrás de cada muerte,
la absoluta hermosura de la vida.

*

El viento
se paró,

se paró
tan de repente…

*

Confía
el pájaro
en que su nido
permanezca,

pero nada teme
si el viento
lo reclama,
no le pertenece.

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