¿Qué es lo que has venido a hacer aquí?

¿Qué es lo que has venido a hacer aquí?
He venido
a besar tus labios con mis ojos,
a dejar en tu cuerpo mis caricias,
a rezar a un dios estupendo y lleno de vida,
a respirar el aliento mismo de la creación,
pero sobre todo,
por siempre y para siempre,
a amarte, hermano mío,
amarte y no dejarte de amar,
nunca más dejarte de amar.
(Francisco J. Francisco Carrera, "Luna de Agosto")

lunes, 19 de abril de 2010

BIENVENIDO A NUESTRO MUNDO SECRETO

Para mis padres, Cecilio y Felisa, cuya unión vino a otorgarme de la Nada el regalo precioso de la VIDA y, por añadidura, la experiencia divina de la MUERTE. Desde este espacio de comprensión total que me regala la caricia del Silencio, ahora entiendo que son la misma cosa, la misma joya preciosa, la misma esencia jubilosa plena de luz y amor y esperanza.


Toda esta semana he estado meditando sobre la vida, el amor y la muerte. La muerte, el amor y la vida. Da lo mismo el orden, tengo la certeza de que son el mismo fenómeno (la misma esencia) con formas distintas. Cada vez que lavaba los platos (acto que amo profundamente, el frescor del agua al principio, el olor del jabón, el tacto de cada plato, cada cubierto, vasos y tazas, la tibieza que precede al cálido abrazo del agua al enjuagar, un acto, pues, lleno de belleza), cada vez que miraba a Raquel a los ojos, cada vez que leía o escribía, al ver Lost o Heroes, al hablar en inglés con el perro, en francés con la coneja, al tomar té o comerme una ensalada, al irme a la cama, al volverme a levantar.


Es lo que ha tenido mi nueva inmersión en el mundo de Peter Gabriel, su obra me lleva a la práctica Zen más pura y a la meditación constante. No sin motivo, al dejar de trabajar para la Universidad de Valladolid, decidí convertirme en Pleno Conscienciador y ver qué pasaba, adónde me habrían de llevar las angélicas alas de la Realidad cuando una de mis anclas en el mundo de las formas se levaba.

El domingo pasado os hablé un poco de Gabriel y su obra en general, mi aproximación a la misma y, sobre todo, de So como pieza central en su discografía.

Hoy continúo con el músico británico para cerrar mis consideraciones luna luneras sobre él (al menos por el momento). Ahora me ocuparé tan sólo de una canción que, como el Aleph borgesiano, contiene el universo entero o, al menos, el alma humana.

Tras So, el cantante británico volvería varios años después con otra obra cumbre, quizás la más completa de las que haya grabado hasta el momento. Se titularía Us y era un fresco maravilloso que mostraba imágenes de todas las relaciones humanas habidas y por haber, en concreto de las relaciones de pareja. Y para acabar el disco con un broche digno de una obra excepcional, eligió una canción que es en sí misma una meditación transcendental sobre la esencia misma de los seres humanos; Gabriel nos ofreció un tema increíble, not of this world, que se titulaba Secret World y duraba más de siete minutos. Antes de nada, lo suyo sería que lo escuchaseis, ¿verdad? Bien, como siempre, seguid el link y luego de oírlo encaminad vuestros ojos otra vez paracá a leer lo que queda (si os apetece, claro, si lo que os apetece después es dar abrazos a lo que os rodea o simplemente sonreír o acaso llorar, go ahead, sea lo que sea, bien estará).


SECRET WORLD, UP TOUR:


http://www.youtube.com/watch?v=eCYXL86rdug


El mundo secreto ya está aquí..., la letra es un profundo texto espiritual (como los Upanishads, la Biblia o el Corán) que paso a comentar.


I stood in this unsheltered place

'til I could see the face behind the face

All that had gone before had left no trace

Down by the railway siding

In our secret world we were colliding

All the places we were hiding love

What was it were thinking of?


Empieza la canción con un "yo" que se encuentra en un lugar, pero no un lugar cualquiera,

se encuentra en un "unsheltered place", un lugar que no está protegido, un lugar..., ¿vacío acaso? Yo veo una imagen de total desamparo..., y ese desamparo, aunque aparentemente amargo, siempre te ha de poner ante la realidad pura, algo necesario para vivir plenamente y no en una especie de sueño falso, una experiencia espuria. Cuando estás totalmente desamparado, empiezas a notar el amparo absoluto que ofrece el vacío. Cuando el miedo y la inquietud son aceptadas de corazón, surge por fin lo que es cierto y no responde a las mentiras que nos hacen la vida más fácil, pero que también nos alejan de lo que somos de verdad.


Así, aquí tenemos a ese "yo" en una tierra sin "protección" y allí, en el mejor lugar para la meditación, para sentir a Dios, al universo, nuestra misma alma, lo que se nos dice es lo siguiente:

"estaba allí hasta que pude ver la cara detrás de la cara".


Oh, milagro de milagros, por fin, la careta que es nuestra cara, cuando estamos en ese lugar "sin protección", cae ante la nada y lo que vemos (lo que ese "yo" ve) es la cara detrás de la cara (que también puede ser otra careta, para llegar a nuestro centro original tenemos que apartar no una, sino muchas caretas, muchas máscaras, esto es, muchas "más caras"). Esto es lo que en el Zen se denomina "contemplar tu rostro original", no esa cara que vemos en el espejo, no tu nombre, tu trabajo, tus roles sociales, tu identidad familiar, tu género, you name it...

Vaya manera de empezar el tema, mamma mía, brutal, toma Satori para abrir boca, esto es lo que hay, lo coges o te vas..., pero si te vas, ello te seguirá, así que tu mismo. ¿Alguien da más?

Y luego..., qué pasa luego..., pues que seguimos aproximándonos al centro de la vida, de la muerte y del amor. Todo lo que había ocurrido antes, dice el texto, no ha dejado marca alguna..., ahhh, cuánta verdad, es lo que ocurre si nada nos deja huella, si por fin decidimos ser hijos de dios en su sentido original. Somos como el agua, como las olas del mar, todo lo amamos, todo lo acogemos, pero nada deja huella en nosotros, porque somos la sal de la tierra, el viento, la brisa, las estrellas, la única y verdadera paz. Cuando nos aman, disfrutamos del amor, cuando nos acarician, las caricias de nuestros hermanos son nuestras caricias..., pero cuando nos hacen daño lo absorbemos y lo transformamos para que ese dolor no deje huella alguna en nuestro corazón, y lo que sale de la transformación, es todavía más amor. Todo lo perdonamos, empezando por las cosas que nos hacemos a nosotros mismos. Somos el mismo Redentor universal en una forma determinada. Somos el alma infinita creando la vida a través del amor.

El viaje continúa, con la figura de una vía muerta que ya no va a ninguna parte porque quizá nunca hubo otro sitio al que ir que no fuese allí donde siempre habíamos estado. También aparece un "choque" de personas distintas (los amantes) en un mundo secreto unitario, pero una sombra de "ruptura" se intuye, obviamente, en lo que la "voz poética" (los que habéis estudiado poesía conmigo, espero que recordéis de qué hablo), la "persona" que se expresa, nos está diciendo, esto es, algo parece que se habían ocultado el uno al otro, una especie de negación enfatizada por el ligero tono oscuro que resuena en la pregunta que cierra la primera "estrofa": "¿Qué era lo que estábamos pensando?" Esto suena a: "¿cómo narices no nos dimos cuenta?" ¿Pero de qué?, acaso de lo que es verdaderamente amar..., quién sabe.

Amar, me parece evidente, es aprender a vivir y a morir en cada instante y a cada instante, entonces no hay nada a lo que aferrarse y entonces todo se nos regala y lo único que podemos hacer es amar la Realidad. Sea la que esta sea.

Y sigue la canción con...


So I watch you wash your hair

Underwater, unaware

and the plane flies through the air

Did you think you didn't have to choose it

that I alone could win or lose it

In all the places we were hiding love

What was it we were thinking of?

Aparece por fin el "you", el amado, el otro. Sólo amando lo ajeno podremos fundirnos en un abrazo profundo con la realidad que ES, con el Cristo amante, el Buda que florece, con Shakti recorriendo nuestras venas, con la Esencia infinita que nos regala un cuerpo finito. Vemos acciones cotidianas: lavarse el pelo, un avión en el cielo. Y vuelven las cuestiones más profundas en forma de preguntas indirectas. Todos tenemos que elegir, todos tenemos esa responsabilidad y ese regalo. Nadie es responsable y todos lo somos. Miremos las cosas con ojos claros y actuemos en consecuencia. Ese es el dictado de la Belleza. Es la palabra que dio origen al mundo. Es lo que somos y seguiremos siendo una vez que nuestro cuerpo se descomponga. Pero hay más..., siempre hay un poco más. No debemos quedarnos atrás.


In this house of make believe

Divided in two like Adam and Eve

You put out and I receive

Down by the railway siding

In our secret world we were colliding

In all the places we were hiding love

What was it we were thinking of?



Esta casa que habitamos todos, hermanos míos, es un lugar precioso y preciso (precisamente es lo que ES), lo único que nos rodea es la bondad, el amor y la pureza de corazón..., pero hemos querido romper nuestras pupilas con la visión falsa del dolor, del sufrimiento y la locura. Es, como dice la voz de la canción, una "house of make believe" o, en español, una casa fingida simulada, soñada. Eso que parece ser real no puede, por tanto, serlo. Lo real no necesita fingir que lo es. Lo ES realmente. Lo que necesitamos es, como se dice en El curso de Milagros, una nueva visión que nos permita volver a nuestro estado natural: El Amor. Así que aquí estamos, viviendo como real lo que no lo es y, para colmo, divididos en dos como Adán y Eva (que no eran dos sino uno, lo masculino y femenino en su formato primordial). Todo mito creacional, toda cosmogonía, es una canto poético, pero no debemos olvidar que lo que es DOS viene en último grado de lo que ES SIEMPRE UNO. Todo vuelve a la unidad original a la hora de la muerte, es obvio, pero en nuestras manos está adelantarnos y reconocer la belleza de la muerte en la vida, su presencia maternal y redentora. No debemos olvidar que lo que nos diferencia no nos aleja, muy al contrario, nos une de forma esencial. Todos somos hermanos y amantes, todos somos humanos. Todos semejantes. Formalmente (como individuos con un cuerpo y una supuesta identidad) elegimos que esto se concrete en una familia, grupo de amigos, pareja sentimental, tantas cosas..., pero en el fondo todos estamos conectados por el mismo aliento vital. El aliento vital que recorre el universo.

Y aquí, la canción toma un giro maravillooooooooso, y es un giro metafórico y físico a la vez. Aquí la voz poética que estaba dirigiendo y estructurando el discurso parece perderse totalmente y para ello se transfigura en una rueda. Como dice Cirlot en su Diccionario de Símbolos, la rueda "es un símbolo muy extendido (....), complejo y de varios estratos de significado". Es el círculo primordial sin principio ni final, es la unidad que acoge a la pluralidad dentro de su vientre..., whatever. A mí lo que más me fascina es la dinámica que coge la canción aquí...


Oh the wheel it is turning spinning round and round

and the house it is crumbling but the stairways stand


En ese giro está cifrado el universo, todo se mueve pero siempre existe en el centro de la rueda ese punto inmóvil que hace que esto sea posible. Como decía mi amado poeta americano T.S. Eliot en sus Cuatro Cuartetos, estamos ante "the still point of the turning world" (el punto aquietado del mundo en rotación). Es la semilla, el corazón, la energía divina. El mismo sol.


¿Y qué me decís de esa imagen increíble del edificio cayéndose pero con unas escaleras lo suficientemente poderosas para mantenerse erectas? Aquí os aconsejaría que leyeseis la exégesis que ha hecho Jodorowsky de los Evangelios Cristianos (titulada Evangelios para sanar), especialmente la parte dedicada a las Bienaventuranzas. Esta escalera de perfección que se mantiene cuando los muros se caen parece ser el modo de llegar a ese otro mundo, a ese mundo secreto, a esa Realidad que es Real para así dejar nuestro mundo de ensueño (el make believe en el inglés original). Obviamente, los peldaños que hemos de subir son peldaños interiores, es nuestra ascensión interna hacia la divinidad, hacia la realidad (pues ambas son sinónimo de lo que ES, de lo que en verdad somos).

Y además la subida ha de ser, como dice la canción:


With no guilt and no shame, no sorrow

or blame

whatever it is, we are all the same


Sin culparnos en modo alguno, dejando atrás los que nos limita, la vergüenza, la pena, el sufrimiento... porque todos somos lo que somos y en este ser radica la igualdad que nos hace libres ante el mundo, pero sobretodo ante nosotros mismos.

Todo eso que consideramos "terrible", las cosas que nos entristecen, que nos avergüenzan, que nos hieren, todo eso que nos hace "sufrir" puede ser transformado en amor cuando entramos libremente en el "mundo secreto" (que, como vemos, es un mundo evidente pero que en muchas ocasiones no queremos ver). Así que lo que hay que hacer, nos dicen, es:

Making it up in our secret world

Making it up in our secret world

Making it up in our secret world

Shaking it up

Breaking it up

Making it up in our secret world


Tenemos que arreglar esta situación desde el mundo secreto, pero antes tenemos que agitar nuestro mundo ficticio para salir del sueño, romperlo para construirlo de nuevo. Sólo si antes somos capaces de deshacernos de nuestras mentiras y de nuestras verdades (pues todas son parciales y ninguna absoluta) podremos llegar a la única Realidad que Es. Al centro de la rueda que no cambia aunque todos nosotros seamos llevados por la maravillosa danza del giro de la vida en cada una de nuestras formas corporales.

La última estrofa de la canción dice:


Seeing things that were not there

On a wing on a prayer

In this state of disrepair

Down by the railway siding

In our secret world we were colliding

In all the places we were hiding love

What was it we were thinking of?


Y ya todo está claro, como siempre lo estuvo. Después de darnos cuenta de que estábamos viendo cosas que no estaban ahí ("seeing things that were not there"), somos capaces de ver la realidad tal cual es, el mundo secreto se abre por fin. Y a pesar de estar en un estado de "disrepair" (mal estado, deteriorado), gracias a un ala o una oración (wing/prayer) podemos ver las cosas tal como son. No importa lo que ha pasado, lo único que existe es el presente y cuando moramos en él de forma activa y consciente, todo el pasado se redime y desaparece, el futuro se desvanece y la ansiedad que crean sus proyecciones también. Todo encaja. Hace clic. Ya estamos conectados a la Realidad. Besamos todo lo que vemos con el mero hecho de rozarlo con nuestros ojos sin emitir juicio alguno. Lo que es, Es. Como decía "los Metallica" en su maravillosa canción: Nothing else matters.

Y todo acaba, a su manera, como empezó..., con una meditación, anunciada con las palabras:


Ssh listen...

LLega el momento de escuchar tu corazón palpitando, tu sangre en cada vena, cada arteria..., ya nada deseas, nada necesitas. Tú mismo eres un deseo saciado en su sobriedad de luz y cariño. Nada temes ya. Nada esperas. Eres el presente mismo. El aliento de Dios. Llama en el fuego que nunca se extingue.

Toda meditación, todo amor profundo, se genera en el silencio, en el vacío, en el espacio que llena toda carencia. A través del silencio de nuestra mente llegamos por fin a ese "Secret World" en el que ya no somos uno separado del otro. Es la unidad original que sentíamos haber perdido pero que siempre había estado aquí. Cuando afirmamos nuestra "identidad" y negamos que somos el otro, lo único que tenemos es eso, un discurso de palabras, un discurso mental, si queréis, pero no la verdadera realidad, que sigue ahí. Y luego, cuando cerráis los ojos, cuando estáis en paz y se manifiesta, entonces lo que ES se actualiza en vuestras conciencias y lo dejáis por fin entrar. Siempre está ahí. Siempre lo ha estado. Siempre lo estará. No conoce el tiempo, no lo necesita. Para qué. Es la Realidad.


Hagáis lo que hagáis ahora,


leches,


dejadlo entrar.


O mejor,


entrad vosotros en ello.


Eso significa el verbo


Amar.


Con vosotros en mi alma quedo, el resto de este domingo será una fiesta que celebrar porque habremos de encontrarnos en el Mundo Secreto de la verdadera Realidad. Allí os espero con mis ojos cerrados y mi corazón abierto de par en par...







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