¿Qué es lo que has venido a hacer aquí?

¿Qué es lo que has venido a hacer aquí?
He venido
a besar tus labios con mis ojos,
a dejar en tu cuerpo mis caricias,
a rezar a un dios estupendo y lleno de vida,
a respirar el aliento mismo de la creación,
pero sobre todo,
por siempre y para siempre,
a amarte, hermano mío,
amarte y no dejarte de amar,
nunca más dejarte de amar.
(Francisco J. Francisco Carrera, "Luna de Agosto")

viernes, 18 de marzo de 2011

LA TEJEDORA DE HISTORIAS HA LLEGADO

1

Ven, amado mío. Soy la tejedora de historias. Ven, cariño, acércate a mi cuerpo. Posa tus manos en mi cintura. Escucha. No digas nada. Respira. Mira cómo mis ojos son el océano. Siente cómo mi corazón es la furia ignota de la tempestad. Deja que tus miedos ardan absolutos en la gloria incierta de mi llama.

Ven amado mío. Acércate ya. No te demores. Soy la primera mujer de la creación y por ello hube de crearme a mí misma. Ven. Siéntate aquí. Sí, aquí. Ven. Justo aquí. Cierra los ojos y deja que te lleve al fondo oscuro de tu alma. Sólo si te pierdes dentro de ti podrás encontrar tu lugar en el mundo. Porque no existe algo como “tu lugar en el mundo”. ¿Sabes? En el mundo sólo hay lugares que, al fin y al cabo, son el mismo lugar. El aquí y el ahora. Lo que no está en el aquí y en el ahora no es. Y sólo lo que es, es, y sólo lo que es puede considerarse real.

Ven. Soy el cuerpo y la palabra, la carne y el vacío de los tiempos, la primera letra, la sonrisa de Dios, soy lo único que se manifiesta cuando todo lo demás se pierde en el vórtice de dejar de ser.

Ven, no tengas miedo. Te he estado esperado todo este tiempo. Sólo quería verte llegar. Sólo quería saber que, de algún modo, era cierto que existías de verdad.

He tejido estas historias para ti…

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