¿Qué es lo que has venido a hacer aquí?

¿Qué es lo que has venido a hacer aquí?
He venido
a besar tus labios con mis ojos,
a dejar en tu cuerpo mis caricias,
a rezar a un dios estupendo y lleno de vida,
a respirar el aliento mismo de la creación,
pero sobre todo,
por siempre y para siempre,
a amarte, hermano mío,
amarte y no dejarte de amar,
nunca más dejarte de amar.
(Francisco J. Francisco Carrera, "Luna de Agosto")

miércoles, 20 de enero de 2010

LA LISTA DE MIS ERRORES


La vida nos tiene esperando momentos de belleza en todas las esquinas, sólo tenemos que estar en el momento adecuado en el lugar oportuno y, LO MÁS IMPORTANTE, encontrarnos en total apertura hacia lo que se nos va a otorgar. Uno nunca sabe de dónde va a salir esa caricia de belleza que ha de robarnos el corazón, ¿verdad? Uno de mis últimos pequeños grandes descubrimientos se lo debo a un videojuego para la Ps3. Hace poco le regalaba a Raquel el Little Big Planet. He de decir aquí que Raquel es una de las 3 jugadoras más habilidosas en lo que respecta a videojuegos de plataformas que han pisado el planeta (las otras dos son Julie Nomematannipatrás y Catherine Saltoynomescurropapasarmelapantalla); esperaba que el juego en cuestión le gustara a mi mujer, sabiendo que yo le sacaría poco partido (yo soy poco de plataformas, mis géneros son los shooters en tercera persona y el rol japonés y occidental, también los hack n’ slash y beat’em up), pero mira tú por dónde (por ahí, mira por ahí) que iba a encontrar material para un poema que quiero compartir con vosotros hoy. La banda sonora para una de las pantallas (la de la boda de Frida) era una increíble canción que desconocía, me refiero a “Volver a comenzar” de Café Tacvba (en una de mis últimas entradas en Facebook tengo una entrada hacia el video del tema en cuestión, aquí lo reproduzco por si os interesa echarle una oreja http://www.youtube.com/watch?v=R7IPxngsAPY). En cuanto a la música en sí, es una genialidad, el bajo y los teclados son los que dirigen el cotarro en todo momento y los siete minutos que dura se hacen segundos gracias a la proteica esencia que se nos presenta. Las cualidades de este pedazo de obra son casi hipnóticas, por lo que estos últimos días no he dejado de escucharla. Pero es que la letra…, ay qué pedazo de letra, vamos que es un poema en toda la regla y aquí os la reproduzco para vuestro solaz:


Si hiciera una lista de mis errores
de los menores hasta los peores
que expusiera todas las heridas,
los fracasos, desamores y las mentiras

ofreceré el aroma del ámbar
ofreceré el cedro y mis lágrimas
con la paciencia del mar esperaré toda una vida
a que sane la confianza
si volviera a comenzar
no tendría tiempo de reparar

si hiciera un viaje a mis adentros
y sobreviviera a los lamentos
pediría fuerzas para decir cuánto lo siento
si volviera de un viaje a mis adentros

si volviera a comenzar
no tendría tiempo de reparar
el agua derramada está
la sed que siento no saciará

¿cuántas cosas más puedo guardar?
¿cuántas cosas puedo atesorar?
dulce tentación de dejarlo todo
¿cuánto espacio más quiero ocupar?
(hasta los recuerdos ya no caben en este lugar)
¿cuántas cosas más me puedo llevar?
(la ultima mudanza debe ser la mas ligera)
dulce tencación de dejarlo todo
dulce tentación regalarlo todo

si volviera a comenzar
no tendría tiempo de reparar
el agua derramada está
la sed que siento me sanará
el agua derramada está
la sed que siento me sanará

¿Qué os parece? El primer verso es genial, bueno, la primera estrofa es inmejorable. Lo que plantea yo creo que nos toca un poco a todos, ¿no? ¿Queréis que hagamos juntos una lista con todos nuestros errores? Yo tengo unos cuantos, soy un especialista en errar, lo bueno de haberte caído muchas veces es que aprendes a levantarte otras tantas. Soy muy bueno equivocándome porque he practicado casi a diario el siguiente patrón: intento-error-nuevo intento-mismo error-otro nuevo intento-error diferente-intento ya por pura desesperación-hala, esta vez ha fucionado.
Esto no me ha hecho mejor ni peor, me ha hecho ser persistente y, sobre todo, me ha enseñado a aceptar los resultados con la mejor cara posible. De todo lo que ocurre, siempre hemos de quedarnos con lo mejor, está claro.

Me encanta el despliegue lírico del “ámbar” y el “cedro” que, además, me retrotrae a mi pasaje bíblico favorito, el Cantar de los Cantares, de donde Raquel y yo extrajimos una lectura para nuestra boda (que leyó mi queridísima hermana, un beso, Paz por tantas y tantas cosas buenas que has traído a mi vida). La confianza, como dice la canción, ha de sanar siempre a pesar de que a veces salga muy malherida de según qué batallas de la vida, ¿verdad? A todos nos ha dolido un poco (o un mucho) el corazón al sentirnos engañados, abandonados, decepcionados…, pero la confianza es necesaria, como lo es el amor.
Y no puedo dejar pasar por alto esa zona crepuscular de la canción en la que el ritmo se hace onírico para hablar de…, ah, de eso que estáis pensando, cómo glosar estas palabras:

¿cuántas cosas más puedo guardar?

¿cuántas cosas puedo atesorar?
dulce tentación de dejarlo todo
¿cuánto espacio más quiero ocupar?
(hasta los recuerdos ya no caben en este lugar)
¿cuántas cosas más me puedo llevar?
(la ultima mudanza debe ser la mas ligera)
dulce tencación de dejarlo todo
dulce tentación regalarlo todo"

Es el regreso al vacío infinito de nuestra esencia primera, el darlo todo ya para no carecer nunca más de nada. Ay, dulce es la tentación, ¿verdad? Pero todo llega a su tiempo y cuando haya que dejarlo todo, todo, al haber practicado durante tantos años, estaremos más que preparados. Lo sé. Pero hay que empezar ya, amigos míos, a aceptar los errores como parte de nuestro corazón y a ir soltando ataduras ficticias, dejar siempre algo de espacio para lo que ha de llegar, mantenernos con la mirada pura y amorosa.

Hoy os siento como mis hijos, como mis hermanos, como mis padres y los padres del universo entero, os siento así al mismo tiempo y me siento vosotros mismos. No puedo dejar de verme en todos vosotros, de recordar vuestros recuerdos, llorar con vuestra desolación, reír inmerso en vuestra locura de vivir, soy cada uno de vosotros y vosotros sois la esencia misma de la tierra. Gracias por estar ahí, por respirar, por ser como sois, simplemente por ser capaces de levantaros cada día y sonreír. Os amo, a cada uno de vosotros, os amo con la profundidad del océano y la entereza de la montaña.
Gracias.
Aquí os dejo un poema que escribí la semana pasada tras conocer la canción de Café Tacvba, espero que os guste.


LA LISTA DE MIS ERRORES

por FRANCISCO JOSÉ FRANCISCO CARRERA

Si hiciera una lista de mis errores
de los menores hasta los peores
que expusiera todas las heridas
los fracasos, desamores y las mentiras.
(Café Tacvba,“Si volviera a comenzar”)


Si hiciera una lista de mis errores,
tú qué crees,
no habría papel en el mundo
para escribirlos todos y cada uno.
Yo mismo soy un error,
un paréntesis sin cerrar,
un fuego que no calienta,
un sueño que siempre despierta,
un pez sediento en la mar.
Yo mismo soy un vacío.
No soy nada concreto,
nada,
ni polvo enamorado,
ni nada que se le parezca,
la sombra ciega del olvido atroz
tan sólo
y a veces ni siquiera eso.

Y con todo,
si hiciera esa lista con mis errores,
tú serías el primero de ellos,
y el segundo,
y el tercero.
Me equivoqué al conocerte,
me equivoqué de nuevo al buscarte
y lo rematé todo con mi gran error:
volverme a enamorar
y llegar a enamorarte.

Pero para qué
voy a hacer esa lista
inútil
que cifre mi vida,
para qué.
La lista de mis errores,
de mis fracasos,
es la lista de mis éxitos,
la diferencia es muy sutil,
la clave está en intentarlo,
independientemente del resultado.

Y haberte amado,
corazón de corazones,
ha sido lo más grande
que me ha pasado,
haberte querido,
cariño mío,
un golpe de suerte
que me hizo estar vivo.

Y si volviera a comenzar,
no lo dudes,
volvería a darme de morros
con tu cuerpo de estrella,
volvería a hacerme jirones
con tus garras de fiera,
aunque supiera
que al poco
me romperían en tantos pedazos
que nunca podría recomponer
el puzzle de mi alma de nuevo
y quedaría eternamente condenado
a vagar por los pasillos del dolor
y de la fría tierra yerma del desamor.

Si hiciera una lista de mis errores
agradecería haberlos cometido,
sin duda,
agradecería haberlos cometido todos,
todos y cada uno.



Gracias, amigos míos, por estar ahí, tan cerca, y darme vuestras sonrisas y vuestras lágrimas. Gracias de nuevo. Os quiero.

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