¿Qué es lo que has venido a hacer aquí?

¿Qué es lo que has venido a hacer aquí?
He venido
a besar tus labios con mis ojos,
a dejar en tu cuerpo mis caricias,
a rezar a un dios estupendo y lleno de vida,
a respirar el aliento mismo de la creación,
pero sobre todo,
por siempre y para siempre,
a amarte, hermano mío,
amarte y no dejarte de amar,
nunca más dejarte de amar.
(Francisco J. Francisco Carrera, "Luna de Agosto")

domingo, 31 de mayo de 2015

SOY UN ENFERMO

Por Francisco José Francisco Carrera

Soy un enfermo
de angustia

Soy un enfermo
silencioso

que agoniza
tristemente

en cada esquina.
En cada esquina

agonizo silencioso
con la amargura

de unos labios
que, enfermos,

propagan vicio
y calentura.

Soy un enfermo
de amor,

enfermo de sexo,
infectado y para siempre

de las tinieblas
que reptan

tras el manantial
de tus caricias.

Y tengo hambre,
mucha hambre,

hambre de muerte
y hambre de vida,

pero sobre todo
hambre de ti,

de tus ojos de tus manos
de tus piernas de tu alma,

hambre de siglos,
hambre infinita.

Enfermo, sí,
pero orgulloso,

orgulloso, sí,
pero paciente.

He venido aquí
para enfermar

más todavía,
para que la fiebre

devore sin prisa
el tierno corazón

que al oscuro pecho
da cobijo.

El lecho nupcial
que nuestros

cuerpos erigieron
bajo la luz dorada

que fecundaba
cada instante

es hoy ya lecho enfermo
pero antes fue

la ciénaga primera,
fuego dadivoso e infernal.

Y así, contagiados de lujuria,
bebimos la sangre

derramada y dios
abrió los ojos,

para que un divino
animal corriera

por nuestras venas
gimiendo enloquecido

y pudiera atravesar,
absoluto y bello,


las praderas del mundo
en la mayor libertad.

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