¿Qué es lo que has venido a hacer aquí?

¿Qué es lo que has venido a hacer aquí?
He venido
a besar tus labios con mis ojos,
a dejar en tu cuerpo mis caricias,
a rezar a un dios estupendo y lleno de vida,
a respirar el aliento mismo de la creación,
pero sobre todo,
por siempre y para siempre,
a amarte, hermano mío,
amarte y no dejarte de amar,
nunca más dejarte de amar.
(Francisco J. Francisco Carrera, "Luna de Agosto")

sábado, 10 de noviembre de 2012

SOBRE LA EVALUACIÓN (I)


Todos los cursos intento experimentar cosas nuevas con las asignaturas que imparto.  Últimamente lo que más me interesa cambiar es la Evaluación, acaso por eso este año he decidido hace algo que llevaba barruntando varios meses.  Cada vez soy más de la opinión de que la Evaluación más justa ha de ser hecha a partes iguales por el alumno y el profesor, así que dividir la nota final en un 50-50, la mitad puesta por el docente y la otra mitad por el discente sería un gran avance.  Acaso todavía no me atrevo a eso, puede que el año que viene, quién sabe (para empezar, tendría que seguir dando clase), pero este curso he decidido que un 25 % de la nota de mis asignaturas en la uni la van a poner los alumnos y la voy a respetar aunque no esté de acuerdo. 

Para empezar, tengo que dejar claro que me fío de todos y cada uno de mis alumnos, siempre lo he hecho.  En 15 años de docencia creo que no me he encontrando con más de dos o tres alumnos de los que consideraríamos como jetas (y si lo fueron, algún motivo tendrían, así que acaso soy yo el que tendría que haber visto por qué era así e intentar solucionarlo).  Por tanto, cómo no voy a respetar la autoevaluación de unas personas intelectualmente capaces y sobre todo humanamente morales y profundamente éticas.

Esto es un inicio hacia otro lugar, entendedme, CONSIDERO QUE EL SISTEMA DE EVALUACIÓN ACTUAL ESTÁ OBSOLETO, las notas FOMENTAN LA COMPETITIVIDAD así que a ver luego cómo transmitimos COOPERACIÓN, AMOR, IGUALDAD DE BASE.

Las notas definen, fijan, cristalizan de una manera brutal las imágenes que tenemos de nosotros mismos.  PERO NO DEBEMOS OLVIDAR QUE UN ALUMNO NO ES LA NOTA QUE OBTIENE, pero tendemos a darle tanta importancia a esas estupideces que es muy difícil no identificarnos con ellas.  Pasa lo mismo con el trabajo, o la nacionalidad, o el género…  Que si soy abogado, español y además (muy) hombre, menuda broma, oye.  Eres un ser humano, simple y llanamente eso, y eso te iguala maravillosamente a todos los demás y eres un ser vivo, lo que te une a los animales, a las plantas, a las rocas, AL MISMO PLANETA.
  
Coño, despierta y mira, despierta y mira más allá de tu peludo ombligo (el mío, al menos, es peludo, vosotros poned el adjetivo que os venga en gana) y la luz de alrededor te va a dejar enamorado de la vida como te ocurría cuando eras niño o niña.

Y bueno, si habéis llegado hasta aquí, me gustaría saber vuestra opinión sobre cómo evaluar, el qué, lo que queráis. Ya sabéis, en el blog, en mi e-mail,  por facebook o tomando un café (vale, sí, pago yo, al menos el primero, que así tendremos que tomarnos otro juntos), ME INTERESAN MUCHÍSMO VUESTRAS OPINIONES!!!!!!

UN BESAZO ENORMES PARA TOD@S!!!!!!!!!

2 comentarios:

  1. A nivel de Primaria que es el nivel/etapa que nos concierne, creo que las notas son vistas por la sociedad como la única herramienta demostrable de la adquisición o no de conocimientos por parte de los alumnos. A muchos de los padres solo les interesan las notas que llegan a casa a final del trimestre; da igual si el niño ha ido mejorando progresivamente a lo largo del curso que si la nota no es del agrado de los padres muchos no tienen en cuenta el esfuerzo que ha realizado el hijo. Es fácil preguntarnos ¿Cómo podemos cambiar esta mentalidad que tienen algunos padres? Yo sinceramente no tengo ni la mas remota idea. El profesor dirá a los padres que su hijo a hecho muchos progresos, que se le ve más atento en clase, que se comporta mejor,... pero seguramente siempre nos encontraremos con padres de mente cerrada que no atenderán a estas razones.

    Creo que en Educación Primaria se debería valorar mas el trabajo diario y la actitud que una simple nota de un examen final. Cuando estuve el año pasado de prácticas mi tutor del colegio me dijo que si por él fuera no haría exámenes, por lo menos a los más pequeños. Comparto de él su opinión de que hay que evaluar más la parte práctica que la teórica, o por decirlo de otra manera, tener más en cuenta la evaluación continua que la final. Por otro lado, creo que los exámenes, aunque sea en menor medida, siempre hay que tenerlos presentes y en cuenta, porque sino, el niño no tiene una idea sobre la que asentar si ha aprendido o no. Porque el profesor puede decir: "Todos habéis aprendido mucho y estoy muy contento con todos", pero creo que los niños deben de tener un soporte visual (papel---> examen)que les demuestre realmente que han aprendido (o que necesitan mejorar).

    Por eso concluyo diciendo que cuando sea maestra (si llego a conseguirlo), daré más importancia a las tareas que vayamos realizando día a día que a un simple examen.

    Víctor Pérez

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  2. La "evaluación".... una de las partes de la Educación que más quebraderos de cabeza me ha dado (y me sigue dando). ¿Cómo evaluar? ¿Cómo ser justo/a? ¿Puede ser la evaluación en la etapa de Primaria 100% objetiva? ¿Cómo repartir el porcentaje de la nota entre conocimientos teóricos adquiridos, trabajo, esfuerzo, actitudes, etc.? ¿Cuánto deben 'pesar' los exámenes en la evaluación? ¿Debe haber exámenes teóricos? ¿Cómo...?

    Empezaré por 'el final'.
    Los exámenes son una herramienta más para la evaluación del alumnado. No son ni más ni menos importantes que cualquier otra que podamos usar. Ahora bien, al igual que Víctor, considero que los exámenes son necesarios. Quizá no tanto para 'medir' conocimientos, sino como para proporcionar al alumnado un elemento al que se va a tener que enfrentar en numerosas ocasiones a lo largo de su vida. ¿Y por qué no empezar en Primaria? En la mano del cuerpo docente está el CÓMO usar dichos exámenes (enfoque, finalidad, importancia...). De todo se puede obtener algo útil. Pueden constituir un reto más para el alumnado.

    ¡Qué genial sería hacer la evaluación a partes iguales profe-alumnado!! Personalmente, creo en la Autoevaluación. Cuando en las prácticas hice uso de ella, no me decepcionó en absoluto. La inmensa mayoría de las veces la nota que se ponían los y las alumnas, coincidía con la que yo pensaba que se merecían de acuerdo a los criterios de evaluación que ellos/as también conocían. Hasta hubo un alumno que se 'auto-suspendió'! Y es que aquí, la autoestima personal también juega un papel importante, creo yo: aquel con la autoestima alta, tenderá a subirse la nota, y al lo contrario. Pero para eso está el otro 50% del profe, no?

    Para terminar, decir que considero fundamental que todo el alumnado tenga claro (e impreso, a ser posible) los criterios de evaluación. De esta forma ellos y ellas deberían de ser capaces de calcular su nota (introduciendo así la Competencia Matemática) en función de los criterios establecidos (esfuerzo, progreso, etc.)

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