Y bien, ante la insistencia de tanta gente maravillosa que se interesa por saber si he encontrado una vida más allá de la enseñanza en la universidad, hago público uno de mis trabajos concebidos desde mi marcha/despido/you-name-it de la Universidad de Valladolid. Han sido 11 años de intensa docencia, investigación y gestión, y si algo he sabido desde jovencito (antes de quedarme calvo, quiero decir, jeje) ha sido el automotivarme para seguir haciendo cosas lleno de puro amor y ganas de descubrir nuevas fronteras. Ahora, durante el horario que me he impuesto para llevar a cabo mis proyectos literarios, ando ocupado en gestionar el ingente volumen de poemas que he ido escribiendo a salto de mata, entre clase y clase, y cuando había un ratillo suelto…, pero de esto he de hablar en alguna otra entrada del blog.
Vamos a lo que vamos, desde que estoy en el “paro” mi movimiento poético ha sido providencial, y como muestra este poema que comparto con vosotros. Este es, en especial, para mis alumnos por un día de Literatura Inglesa de la E. U. de Educación de Soria 2009/2010, muchachos maravillosos a los que prometí en mi primera y última clase un poema para ellos solitos, porque sí, porque me apetecía. Por extensión, también, claro, para todos los que han sido mis alumnos durante 12 años, en lugares tan variopintos como España, Inglaterra, Irlanda, Grecia, Alemania, Letonia…, para los de la UVA, la UNED, la Universidad de la Experiencia, y los demás centros que he ido visitando durante estos años, para todos y cada uno. Gracias por enseñarme tanto e inspirarme tantos poemas sin siquiera yo saberlo.
Este es un poema de amor, o de desamor, es un poema quedón, lleno de ironía y realidad primera, es un poema, así, sin más…, y al menos a mí, me gusta cantidad.
CUITAS DE AMOR
por FRANCISCO JOSÉ FRANCISCO CARRERA
El veloz atardecer
que hoy nubla mi conciencia
ha estado tocándome las narices
desde eso de las cinco
y así ando, ya ves,
entre jodido y requetejodido,
pelín mustio, aburrido:
es lo que tiene estar enamorado
hasta las mismísimas cachas.
No es que yo sea romanticón,
flobolobolo o parecido,
soy duro como una piedra
y ni el pulso, te digo,
me tiembla
cuando todo se me aprieta
del ombligo para abajo.
Hombre de pelo en pecho,
mucho macho, mucha fiera,
gallito que canta y que ciega
con su gracia torera
a las más bellas pollitas
en verano o primavera.
Qué cosas,
con lo viril que yo era
ahora me veo
más bien canijo.
tonto del culo, feo incluso
y suspirando como un niño chico
por la mujer que se me ha ido.
Simple historia, simple y vieja,
es lo de siempre,
conoces a alguien,
le tiras las tejas
y, después del cortejo,
empezáis a salir
y a tantear el terreno
(y su culo si se deja).
Tú te enamoras como tonto,
a ver,
y antes de que te ilusiones
ella te planta por otro
más guapo, con más dinero
o más pelos en las piernas,
y es que, aunque digan que no,
el tamaño sí que importa,
por supuesto,
y el que tiene largura de miembro
no necesita otra cosa
para camelarse a muchas chorvas,
si acaso que no le pese
porque el exceso
en lo que respecta a la cola
tampoco mola
por no saber donde meterla
cuando, contenta, se te embelesa.
¡Vaya pedazo de mierda!
Así que, después de todo,
Ahora tienes que olvidarla,
Pero, es obvio, no puedes,
quieres irte lejos
pero ni dónde caerte tienes,
planeas que al fin
podrás acostarte con otras pibitas
pero claro, siempre ligaste lo justo
(lo injusto, mejor dicho),
y te jode de cacha a cacha
que la muy pedorra y vivaracha
te haya dejado tirado
por un tal Pepe Delgado
nacido en Murcia, dentista,
y fiel adicto al Yogurlado,
Te jode y te jode mucho
porque, a ver,
para una vez
que por fin pillabas cacho
con hembra buena y gozosa
pone pies en polvorosa
y si te ha visto
eres un lerdo.
Por eso y porque me duele tanto
tengo que ver cómo lo arreglo
de forma que se me recuerde
como un hombre singular,
que, aunque por breve tiempo
y sin mucho miramiento,
supo amar y ser amado
como en el mejor de los cuentos.
Decidido está,
no me arrepiento,
me arrebato,
me arremojo
y si hace falta me arremango,
voy a ir a su consulta
y arrancarle to’ los dientes
al tunante que me tanga
a mi morenita del alma;
después me iré pa’ mi casa
y con sus malignos colmillos
rajo mis venas, me arranco
mi vida, salvajemente
pongo fin a esta parodia,
me marcho orgulloso
y no digo ni niente,
me recordaran,
eso seguro,
como un hombre valiente
que hizo camino
en esta tierras de penurias
y pido por tanto
que alguien se acuerde
y guarde que se ponga
este epigrama en mi losa
para el recuerdo de las gentes:
Yace aquí arropado en su pasión
de sangre, de celos y muerte
un oscuro personaje, estrella
que supo brillar, que caliente
por no estar caliente, apretado
y peleón, engañado por su novia
con un dentista cabrón, supo
salir del aprieto con ingenio y con valor
y para aleccionar a los cornudos
de esta torera nación
quitóse su vida y su pena
remojado en la bañera
arrancándose sin miedo
(y con la piñata de un canelo)
su partido corazón.
Hasta el próximo domigo, mis bienamados, sweet dreams, princess and princes of the night, enjoy the cloak of darkness over your heads and keep the guiding light within burning on and on...
¿Qué es lo que has venido a hacer aquí?
¿Qué es lo que has venido a hacer aquí?
He venido
a besar tus labios con mis ojos,
a dejar en tu cuerpo mis caricias,
a rezar a un dios estupendo y lleno de vida,
a respirar el aliento mismo de la creación,
pero sobre todo,
por siempre y para siempre,
a amarte, hermano mío,
amarte y no dejarte de amar,
nunca más dejarte de amar.
(Francisco J. Francisco Carrera, "Luna de Agosto")
He venido
a besar tus labios con mis ojos,
a dejar en tu cuerpo mis caricias,
a rezar a un dios estupendo y lleno de vida,
a respirar el aliento mismo de la creación,
pero sobre todo,
por siempre y para siempre,
a amarte, hermano mío,
amarte y no dejarte de amar,
nunca más dejarte de amar.
(Francisco J. Francisco Carrera, "Luna de Agosto")
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario