Hay días en que te levantas y todo está de vuelta.
Hay días en que no te has levantado todavía y ya sabes que todo está roto en pedazos, incluso tu corazón.
Hay días de deseo oscuro,
los hay de oscuros deseos
y también los hay deseados y oscuros.
Hoy es un día sin presencia. Es un disparo a boca de jarro, un mamporro en to los morros. Y yo, qué quieres que te diga. Qué demonios quiere que exprese hoy que me he levantado sin labios. Los dedos me cuelgan inertes de estas manos ajadas por el sueño. Y no soy yo. Además no soy yo. Si pudiera ser un hijo tenebroso del palpitar, acaso abriría la mañana con gritos de dolor.
Pero hoy no hay luz,
no hay esperanza.
Hoy no existe el perdón.
Y claro, así, con esta pinta de cowboy derribado a patadas, con esta jeta de simio infame y degradado, me levanto y voy a la cocina, me bebo una cerveza, me tumbo en el salón y me dispongo a devorarme lentamente, para que duela más.
Empezaré por mis propios ojos
que me hicieron ver la belleza del mundo
para después robarme la razón
con toda la inmundicia
que me quedaba por ver.
Acaso seguiré por mis entrañas,
una a una,
de forma programática
y sin dejarme nada.
El cerebro me lo comeré
con placer,
nunca me sirvió
para nada.
Después de que llegue al vacío
me reiré con risa de loco
o enloqueceré a través de la risa,
no lo sé,
da lo mismo,
todo importa una mierda ahora,
todo es un vórtice oscuro
de deseo,
el objeto del deseo se hace frío
y roba mi única salida de la guarida del mal.
Sus ojos, su corazón,
su inocencia blanca y divina…
Ah, hermano,
pero todo está roto,
todo gime y todo se desvanece
ante estos ojos
que ya no tengo,
que he querido perder.
Hay veces que la escritura
duele tanto que cada letra
te arranca un pedazo de ti,
pero eso está bien,
y hay que celebrarlo
con un profundo deseo de la oscuridad
hacia donde debes dejarte llevar.
Esto es lo que hay hoy en la luna de agosto,
¿te extraña ver tanta impiedad?
Esto es parte del abismo de la vida,
del amor y la alegría,
es algo que celebrar,
la noche oscura y tenebrosa
que nos roba la razón
y nos convierte en pulpa machada,
en vómito y excremento incrustado en las arterias,
en el fuego redentor y la voz de las quimeras.
Hoy la luna de agosto se escupe y se tritura,
se pasa a si misma por la piedra,
se canta y se grita y se odia,
se ama, se pierde, se cura,
se arranca una a una sus máscaras,
para quedarse en nada más que la nada
o quizás en menos.
Oscuro palpitar,
eres tú mi oscuro palpitar,
eres tú mi objeto de deseo oscuro,
eres tú, eres tú, eres tú.
Pero yo no puedo ir más lejos
de lo que me dejan estos muros,
no puedo romper las cadenas,
hay guardias en todas partes
a punto de disparar,
yo no puedo, no puedo, no puedo.
Oscuro palpitar,
infame y ciego y mudo.
Déjame ir
ahora que todavía tengo fuerzas,
déjame volver al mundo…
No lo olvidéis, hermanos,
este faro de luna
infligido de luz divina
tiene también su dosis
de extática agonía
para poder ser lo que siempre
quiso ser,
un puerto de amor y harmonía,
un lugar para poder vibrar,
donde todo lo que hay
es consciencia.
Esto no está escrito en verso
o en prosa
o en nada que tú o yo conozcamos,
esto es simplemente escritura
nada
más
y hasta eso,
creo,
no es cierto…
al fin y al cabo
esto no es otra cosa que
mi oscuro objeto de deseo
tú, no lo niegues,
veo a través de ti,
tienes también el tuyo…
¿me lo quieres contar?
pd. Hay días en que uno no escribe lo que quiere (tenía otro tema preparado, los cuentos de hadas, pero lo habré de dejar para más adelante) sino lo que tiene que escribir. Es como si uno quisiera ir al punto X pero sus pies decidieran llevarlo a Y, y ahí, amigos, no hay razones que valgan. Uno ha de dejarse llevar por la escritura, con valentía y humildad a la vez, con los ojos y oidos abiertos para aprender del viaje. Este ha sido el caso, lo que muestra hoy Luna de Agosto es un ejemplo de creación a través de mi cuerpo..., al levantarme no podía quitarme de la cabeza las palabras en francés del título (y lo cierto es que hace mucho que no he vuelto a ver la película de Buñuel) y al sentarme a escribir he entrado en modo "no controlo lo que escribo, ni falta que hace". Pero hay que ser sincero, tanto en la escritura como en la vida, hay que ser íntegro y dar cabida a la belleza y a la atrocidad, al fin y al cabo, son una y la misma, es nuestra "incarnación" humana la que delimita y divide y sintetiza y evalúa..., whatever. Y el próximo domingo como tema, I promise, La Navidad..., que siempre me ha gustado celebrar las fiestas y las no-fiestas.
Hermanos del alma,
profundamente beso vuestras frentes
con estos labios que estreno
al haberlos por fin recuperado.
Besos, pues, para todos,
mi amor es el vuestro,
sólo que con otras formas.
¿Qué es lo que has venido a hacer aquí?
¿Qué es lo que has venido a hacer aquí?
He venido
a besar tus labios con mis ojos,
a dejar en tu cuerpo mis caricias,
a rezar a un dios estupendo y lleno de vida,
a respirar el aliento mismo de la creación,
pero sobre todo,
por siempre y para siempre,
a amarte, hermano mío,
amarte y no dejarte de amar,
nunca más dejarte de amar.
(Francisco J. Francisco Carrera, "Luna de Agosto")
He venido
a besar tus labios con mis ojos,
a dejar en tu cuerpo mis caricias,
a rezar a un dios estupendo y lleno de vida,
a respirar el aliento mismo de la creación,
pero sobre todo,
por siempre y para siempre,
a amarte, hermano mío,
amarte y no dejarte de amar,
nunca más dejarte de amar.
(Francisco J. Francisco Carrera, "Luna de Agosto")
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